La tranquila Babia

«Mis vegas se abren entre abruptas rocas, no se pierden en incansables laderas; por eso tienen lo suave, uniformemente plano, y lo recio cortante. Abre su costra la azada en lo húmedo y verde, y el arado en lo seco y gris. Adornan sus ondulosos ríos el sauce y la salguera, y sus ribazos el espino del gavanzo». Así, de esta manera, comienza Guzmán Alvarez, babiano de pro el prólogo de su libro Estampas de Babia. De estos ondulosos río que nos poetiza el eminente filólogo babiano, el mayor de ellos, formado con las aguas de todos los demás ríos y arroyuelos, babianos es el Luna, y según palabras del célebre Víctor de la Serna, «el Luna en Babia es como un recental de río y echa sus pepitas de oro al Orbigo». Pero hoy, en nombre de un proyecto de expansión hidroeléctrica en Babia, pretenden poner freno a los río de La Majúa, Pinos, Villafeliz y Torrestío y construir cuatro minicentrales en los citados cauces. Siempre cuando llegan a esquilmarnos nuestros recursos autóctonos empresas foráneas, sean de mayor o menor calibre, utilizan argumento indiscutible de que van a crear nosecuantos empleos y que sus beneficios redundarán en los pueblos a invadir, y unas inversiones fabulosas a las que los nativos, gentes ignorantes (piensan ellos), no se van a negar. Ocurre en todos los lugares de la misma manera, solamente tienen que visitar los vecinos de La Majua, Torrestío, Pinos o Villafelíz, el hermano Valle de Laciana y observar lo que hicieron en un recién nacido Sil a la altura de Villaseca, del Río del Puerto en Villar de Santiago y, posteriormente en Sosas de Laciana, con la subestación, en nombre de un ficticio progreso que solamente interesa a las empresas, llámense estas Endesa, Pamsa, o como quiera que se llamen... Años atrás, la todopoderosa MSP planeaba construir una central térmica en Villablino, que por suerte logramos impedir. No muy lejos tenemos la Central térmica de Anllares, y Sil abajo un sinfín de centrales y minicentrales hidroeléctricas: Las Ondinas, Peñadrada, Santa Marina, por citar las más próximas. Amén de la de Mora de Luna, cercana igualmente... Tengo constancia de que proyectos hay desde los años 90, para sembrar de minicentrales todos los ríos que mantengan un caudal decente en todos los pueblos de Babia, Laciana y Omaña... Posiblemente intenten llevar a cabo muchos de ellos, el que sean una realidad o no es problema de todos, pero creo que lo más interesados en que estas aberraciones no tengan lugar somos los hijos de estos pueblos, vivamos en ellos o en Pernanbuco. Porque algún listo me vendrá con el argumento que lo que no vivimos en el pueblo que nos vió nacer somos menos que extranjeros (y conste que no me gusta la palabra). He tenido algún debate acerca de que los pueblos afectados en cualquier proyecto de energía, máxime siendo de las llamadas energías limpias como son la eólica o la hidroeléctrica, son poco permisivos, y que su colaboración debería de ser primordial para alcanzar las cotas máximas en este tipo de energía y así ir eliminando otras más contaminantes. Personalmente creo que una provincia como esta nuestra, llena de minas de interior, con sus escombreras de cien años atrás algunas; explotaciones carboníferas a cielo abierto; pantanos con sus centrales hidroeléctricas; centrales térmicas..., está produciendo la suficiente energía para continuar exportándola, con el consiguiente beneficio empresarial. Beneficio que, en poco o nada repercute para nosotros los leoneses, usuarios de un lugar único como este. Por eso aconsejo a los vecinos de La Majua, Pinos, Villafeliz y Torrestío, que luchen en la defensa de sus río y estarán luchando en la defensa de sus vidas, y de esa herencia que recibieron de aquellos que lucharon en otros tiempos peores.