OPINIÓN Jose A. Otero
Una ilusión sin emblema
El plan turístico para las cuencas encargado por la Junta no deja de ser aún un anteproyecto, como se encarga de recalcar la Consejería de Industria, Comercio y Turismo, pero ha provocado la ilusión y el escepticismo a partes iguales en las comarcas mineras una vez se han conocido sus principales detalles. ¿Por qué? La respuesta no es otra que la sorpresa de algunos proyectos y la mala noticia de que el tren minero de Ponferrada a Villablino se descarta y excluye del proyecto. Es, visto desde todas las cuencas, el emblema de cualquier actuación turística. El resto del plan aprovecha bien los recursos y los potenciales de cada cuenca carbonera leonesa, e incluso integra actuaciones ya en marcha como el museo de Sabero y la ruta verde y el centro del urogallo en Laciana. Incluso reparte muy bien las actuaciones para que cada comarca ofrezca y un atractivo distinto que no se repite en ninguna de las otras. De lo que sí va a ser la Junta casi incapaz de convencer a los sindicatos mineros es de la conveniencia de los campos de golf de Bembibre y Guardo. Incluso algunos regidores y concejales de las cuencas dudan de que sea la menor manera de aprovechar los fondos mineros. También comienzan a surgir las rencillas entre municipios porque el grueso de las iniciativas de la cuenca correspondiente se van a instalar en algunos «menos mineros» o de la dirección de la asociación de municipios carboneros. Y tampoco falta ya el que se pregunta por el criterio de elección, por qué en el de al lado sí y en este no. Será el gran caballo de batalla para consensuar el plan.