La Junta lleva cinco años prometiendo y poniendo trabas técnicas al tren

Durante estos últimos cinco años la Junta ha venido dando una de cal y otra de arena, diciendo que se haría, pero poniendo el argumento técnico del problema del déficit como el pero que frenaba el proyecto. Al mismo tiempo, MSP ha ayudado poco, asegurando siempre que son necesarias más inversiones y que el uso compartido con el transporte de carbón sólo puede ser en verano. Aunque llegó a ofrecer material y personal para el funcionamiento del convoy turístico. El 26 de mayo de 1999 se inauguraba el Museo del Ferrocarril de Ponferrada, con varias locomotoras restauradas y diverso material móvil, documentación y enseres de la línea del ferrocarril carbonero que explota MSP desde 1918, y que es propiedad de la Junta, entre Ponferrada y Villablino. Al acto acudían el entonces vicepresidente del gobierno autonómico y consejero de Fomento, Jesús Merino, y la de Economía, Isabel Carrasco. Merino prometió «sacar adelante», aunque entonces la Junta no sabía cómo: «Estamos pendientes de que los estudioso técnicos nos digan qué es lo que tenemos que hacer», aseguró, confirmando eso sí que sería ya entre Cubillos y Villablino, tras desmantelarse la vía entre la primera localidad y Ponferrada. El 25 de abril del 2000 se conocía que ese estudio encargado por la Junta estimaba en 1,8 millones de euros el proyecto. fue el también entonces director de Turismo de la Junta, Dionisio Miguel Recio, en una visita a Páramo del Sil (municipio del trazado del tren minero). Y precisó que habría que estudiar aún la viabilidad. apostó por Ponferrada como salida y no Cubillos. También se habló por primera vez del déficit de explotación de 610.000 euros, que Recio no consideraba insalvable si los municipios del trazado y MSP colaboraban incialmente al sostenimiento, hasta que la promoción y el número de visitantes lo eliminase. El verano de ese año la Asociación Ibérica de Museos y Ferrocarriles turísticos avaló el proyecto como viable y las instituciones comenzaron ha hablar de poder abrirlo en verano del año siguiente, el 2001. Incluso se dio el visto bueno a invertir los primeros 246.000 euros en la reparación e la emblemática 31, el tren que tiraría del convoy turístico; algo que está materializado desde hace unos meses en la actualidad: la máquina permanece en los hangares de MSP en Cubillos, operativa pero varada como el resto del proyecto. En mayo del 2001 los alcaldes del Sil, al ver que ese verano no iba a arrancar la 31 con los vagones de pasajeros del viejo Correo, se rebelaron por el olvido y aseguraron que si el problema era el déficit asumirían el coste. El Consejo Comarcal del Bierzo se sumó a la iniciativa para tratar de reimpulsar el proyecto, mientras que desde Valladolid los alcaldes iban recibiendo afirmación de la intención de hacerlo pero disculpas con el déficit y posibles incompatibilidades con el uso para el transporte de carbón.