La Universidad aplicará en Uruguay su plan para depurar los vertederos

La naturaleza lleva más de 300.000 años depurándose a sí misma. Si se copian sus métodos, pueden llegar a solucionarse algunos de los problemas más graves de contaminación del planeta, como el que sufre actualmente Uruguay, con centenares de vertederos que están ensuciando las reservas acuíferas del país. El Instituto de Medio Ambiente de la Universidad leonesa ha asumido el reto, junto la universidad de Luxemburgo (Bélgica) y la de Montevideo, de corregir el impacto negativo que están originando los lixiviados de esos basureros sobre la tierra y el agua que beben tres millones de uruguayos y treinta millones de cabezas de ganado bovino. El proyecto está respaldado por el Ministerio de Medio Ambiente y Sanidad del país latinoamericano y por los departamentos de Canelones y Montevideo. Se trata de aplicar los mismos métodos experimentados ya en las depuradoras leonesas de Mansilla de las Mulas y Bustillo de Cea, que han logrado limpiar hasta el 99% de los organismos patógenos que inciden en la salud humana y hasta el 90% de otras sustancias perniciosas como los fosfatos, gracias al cultivo de plantas macrofitas en la cuencas de los ríos contaminados. Lo único que se desconoce es la capacidad que poseen las plantas para eliminar los metales que se filtran en los arroyos de los ríos tras desprenderse del fondo de los vertederos existentes. El responsable del Instituto de Medio Ambiente, el catedrático de Ecología Estanislao Calabuig, explica que las negociaciones para limpiar los efectos de los basureros de Uruguay se iniciaron en julio del 2000, durante un curso de industrias lecheras que necesitaban limpiar sus vertidos a las lagunas de Chile para poder explotar esas aguas con fines de ocio. Bajo coste El gancho que animó a plantear el proyecto es la alta efectividad depurativa y el bajo coste del sistema, ya que tras realizarse una valoración estratégica de la problemática concreta de los vertederos de Uruguay, se habilitarían dos plantas pilotos en Montevideo y otra en Canelones presupuestadas en 480.809 euros (unos 80 millones de pesetas) cada una. Tras examinar la eficiencia de las macrofitas, el plan se extendería en tres años al resto del país. Los vertederos de Uruguay tienen un problema añadido. La población los utiliza para la cría de cerdos, con el consiguiente impacto medioambiental. En León también se ha experimentado para reciclar los excrementos de los cerdos e, incluso, convertirlos en energía.