Méizara pone el vino a la fiesta

Hoy volverán a intentarlo con una creación que recrea una bodega y el mundo del vino. Más de un mes y medio llevan los miembros de la asociación trabajando en la obra de este año. Ellos, realizando la carroza; ellas elaborando los trajes. Y es que la empresa no es sencilla. En la presente edición la carroza será una bodega con su viga, su lagar, el pilo, las cubas, e incluso un pequeño merendero. Los trajes estarán basados en motivos que recuerden el mundo del vino, tan característico de la zona. Un burro tirará de un carro. Con ello intentarán sorprender a propios y extraños como ya lo han hecho en pasadas ediciones, en las que se llevaron importantes premios en la capital. En el año 1998 obtuvieron el segundo galardón en carrozas con la recreación de una plaza rusa; en 1999 un sexto puesto con un cohete espacial; en el 2000, un octavo con una casa china; en el 2001, un séptimo con la carroza de cenicienta; y el año pasado quedaron en segundo lugar con motivos de la matanza que dejaron boquiabierto a todo el mundo. La carroza de este año tiene detrás un trabajo inmenso que sólo se entiende por el cariño que los 40 miembros de San Juan, en un pueblo que apenas cuenta con 120 habitantes, sienten por esta fiesta tan peculiar. Sacan tiempo de sus ratos libres, una hora hoy, tres mañana, para poder concluir esta laboriosa tarea. Los costes del material se pagan con los fondos provenientes de los premios obtenidos en años anteriores. Tanto es así, que todavía les sobra dinero para organizar excursiones y otro tipo de actos. Además, el Ayuntamiento de Chozas los subvenciona con unos 480 euros. «Intentamos pasarlo bien y disfrutar -dice uno de los miembros-, pero si conseguimos premios, mejor. No les hacemos asco». Pero tanto esfuerzo no podía servir sólo para un día. El domingo ya desfilaron en los carnavales del municipio de Chozas, al que pertenece Méizara, que este año tuvieron lugar Mozóndiga. Y el sábado de piñata estarán en Astorga. Sólo llevan seis años participando en los carnavales de León, pero desde hace 16 el grupo funciona con normalidad. En un primer momento acudían a las celebraciones de Santa María del Páramo, «pero llegó un momento que no nos motivaba, no había premios y la gente no se esforzaba en hacer creaciones bonitas. Por eso hace seis años decidimos ir a León. Y la verdad es que no nos ha ido nada mal».