«El karateka de verdad no nace, se hace a sí mismo día a día»

-¿Qué supone para ti haber conseguido este tercer puesto? -Es un paso muy importante porque el campeonato se celebró a nivel autonómico y me permite acceder directamente al campeonato nacional. Conseguir este tercer puesto en kumite, en la categoría de más de 80 kilos, fue bastante complicado ya que cada vez se penaliza más el contacto, algo a lo que no estoy acostumbrado cuando entreno en el gimnasio Cobarca. -¿Cómo es el ambiente de estas competiciones? -Ha cambiado bastante respecto a los últimos años. Ahora no existe el compañerismo entre karatekas de distintos clubes y sólo se piensa en una estúpida copa o en ganar un título, algo que, en mi opinión, no demuestra que un participante sea mejor que otro, ya que el karateka, el de verdad, no nace, se hace a sí mismo día a día, entrenamiento a entrenamiento, y no en 2 minutos que realiza un combate, donde es imposible demostrar tus verdaderas cualidades. -¿Cuánto tiempo llevas practicando karate? -Desde hace 18 años. A los 4 años mis padres decidieron llevarme a clases de karate, un deporte que a esa edad para mi era sólo un juego infantil. Con el paso de los años fui descubriendo que era algo más, un arte marcial con todo lo que la palabra arte conlleva. Al principio, puede parecer un deporte disciplinado, cansado e incluso aburrido, pero una vez que llevas metido en este mundo muchos años, llegas a la conclusión de que el deporte dentro del karate es algo secundario y que es más importante la coordinación de movimientos y el espíritu guerrero que nos acompaña en cada momento, dentro y fuera del gimnasio. -En estos 18 años que llevas practicando karate, ¿has ganado algún campeonato importante? -El mismo puesto de este campeonato regional lo conseguí el pasado año y en 1989 quedé subcampeón de España. En mi casa tengo un montón de trofeos que no llevo por cuenta porque para mi este deporte es algo más que una simple competición. Además, quienes hablan de sus propios méritos después de haber dominado algunas katas o haber adquirido destreza en sus movimientos físicos, no son dignos de ser considerados como estudiantes serios en las artes marciales. -¿A qué aspiras dentro de este deporte? -La meta del karate es la perfección, que es lo que yo intento conseguir al igual que todos los que practicamos este deporte. El karateka debe considerar el buen comportamiento y la humildad como las más altas de las virtudes. -¿Qué es el karate para ti? -Lo es todo, lo más importante. El karate es un arte marcial, una filosofía que va más allá del mundo del deporte y consigue que me llene por completo. En la actualidad se practica el karate como un deporte y como un método potencial de autodefensa. La precisión que se exige hace que el karate no solo sea una excelente disciplina física, sino también un buen ejercicio mental. Cuando estás realizando una kata logras evadirte por completo, te encuentras tu sólo ejecutando una serie de movimientos con una coordinación muy complicada, intentando armonizar todo. -¿Es difícil practicar karate? -No. El karate es un deporte que lo puede practicar cualquier persona aunque tenga algún tipo de minusvalía psíquica o física. Para practicarlo no es necesario tener unas cualidades predeterminadas, sólo constancia y ganas de aprender. La forma física, flexibilidad y conocimientos de este arte marcial se van adquiriendo a medida que se va aprendiendo y casi sin darte cuenta. Además, estimula tu fuerza de voluntad, te ayuda a controlar mente y cuerpo, a saber actuar en cualquier situación y a pulir el carácter.