Laciana en Madrid

El pasado 20 de febrero se presentaba en la Casa de León en Madrid, al a limón, la Obra Reciente de Lolo Zapico y los Licores del Fauno de Laciana, de Antolín Barrio. Siempre es un motivo de orgullo que el nombre de nuestros valles sobrevuele España y llegue lejos, en esta ocasión lo hizo a la capital. El acto estuvo presentado por Gonzalo García Iglesias, leonés oriundo de Caboalles de Abajo, acompañado por el presidente de la Casa de León, el astorgano Rafael Alvarez y por los protagonistas. Durante el mismo, Gonzalo García Iglesias hizo una glosa del valle de Laciana, habló de sus montes y ríos, de su glorioso pasado y de su futuro incierto. Posteriormente, Lolo Zapico presentó su Obra Reciente, de la que el maestro Eduardo Arroyo dice que «la caligrafía muy particular de Lolo Zapico se inscribe en una versante de la pintura del siglo XX, capitaneada por el pintor americano Mark Tobey: una obsesión y una exasperación de la escritura y un saber privilegiar la conquista de un lenguaje pictórico, original y poético. Aparentemente, con sus últimas obras, Zapico parece decantarse por un trabajo cerca de la abstracción, pero no nos equivoquemos: sus cuadros son mucho más figurativos de lo que resultan a primera vista». A continuación Antolín Barrio realizo la presentación en sociedad de sus licores, de mora, miel, café, guindas, arándanos, albaricoque, manzana, hierbas y aguardiente de orujo. Licores de cuidada presentación, con un etiquetado de lujo, pues no en vano tres grandes artistas se han encargado de ello. El dibujo del fauno de las montañas leonesas, es obra del pintor Eduardo Arroyo, lacianiego de Robles nacido en Madrid. La leyenda, que dice: «Los licores del Fauno de Laciana maceran con la pureza del aguardiente, las hierbas, frutos silvestres, especias y otros ingredientes, de nuestros bosques. Olores, sabores y colores rememoran la alquimia que dio origen a la destilación, el viejo arte de la mixtura que lleva el paisaje a la copa, licores para el gusto y el recuerdo», es fruto de la mente del escritor y académico Luis Mateo Díez, lacianiego de Villablino. Y, no menos interesante es el dibujo del viejo sentado en un tachuelo, la alquitara a la lumbre, y con toda la paciencia del mundo, a la espera de la destilación, obra esta del retratista Rafael Cidoncha. Orgullosos pueden estar Lolo Zapico, lacianiego de Rioscuro y Antolín Barrio, lacianiego de Villablino, de pasear el nombre del valle por los madriles, además teniendo como padrinos a los lacianiegos más universales y más importantes que en estos momentos habitan por este país.. Tan sólo un pero que poner desde esta columna que intenta ser un reflejo del sentir de los lacianiegos, es triste que los Licores del Fauno de Laciana, que lleva el paisaje en la copa en palabras de Luis Mateo, tengan su origen lejos de estos valles tan faltos de una industria autóctona y que saque a flote a nuestro querido valle. Sería interesante que su fabricación se realizará en Laciana y no en Astorga. Suponemos que razones de peso habrá para que así no sea, pero dado que pasean el nombre de Laciana.