Castilfalé busca vecinos a cambio de terrenos

Si algún ayuntamiento leonés se encuentra en el límite de perder su capacidad para formar una corporación municipal es Castilfalé, una pequeña localidad situada a doce kilómetros de Valencia de Don Juan que se aproximado peligrosamente a la frontera de los cien vecinos. En las elecciones de 1999 poseía 106 censados y el descenso a 102 de cara a los próximos comicios del 25 de mayo le permitirá mantener cinco concejales. «No ha sido fácil», reconoce el alcalde, Maximino Chamorro, del PSOE. Para evitar ser un concejo abierto con un único concejal, el Ayuntamiento inició una campaña para captar vecinos ofreciendo una hectárea y media de terreno de secano, un quiñón como lo llaman en la localidad. Así han logrado que doce cabezas de familia que no residen habitualmente en Castilfalé, pero que descienden del pueblo, se inscribieran en el censo y engrosaran el padrón de la zona. Los nuevos censados son matrimonios jóvenes que trabajan en León o Madrid y que ceden el terreno a sus familiares que sí habitan en Castilfalé para que cultiven el quiñón. Campaña de jubilados La medida de «comprar» vecinos a cambio de terreno se instauró de forma continuada hace cuatro años, junto con otra campaña de captación de jubilados. El alcalde reconoce, no obstante, «que la esponja no se puede estrujar más, porque es difícil», y que, seguramente en las próximas elecciones municipales del 2007 se convertirán en concejo abierto al descender la barrera de los cien habitantes. Castilfalé ha podido elegir a cinco representantes municipales desde que se instauró la Democracia. Las elecciones «siempre han sido tranquilas y con listas abiertas». El más votado se convierte en alcalde, por regla general. Chamorro duda en volverse a presentar. Si sus compañeros de partido no encuentran a otros afiliados, quizás, «integre las listas, pero renunciaría a ser alcalde», confiesa.