«Un local de comida rápida no desmerece a un restaurante clásico»

-El hecho de trabajar la noche, ¿ha supuesto para usted un cambio radical? -El concepto es distinto al del resto del día, pero a mí me gusta más lo que hago ahora. Además, y salvo excepciones, la gente que acude a La Gula no da problemas. -¿No le produce cierta envidia trabajar cuando los demás están de fiesta? -A veces sí, pero yo también me divierto trabajando. La fiesta fiesta puede vivirse de diferente manera y yo lo hago así. -¿Ofrece La Gula la misma calidad que un restaurante? -Igual, y a veces más. Lo que pasa es que en este establecimiento ofrecemos comida rápida, pero eso no está reñido con la calidad. Cada producto que compramos tiene una calidad demostrable, desde el beacon hasta el queso o los filetes. Aunque no sean gran reserva como en ciertos restaurantes, son productos de primera calidad, iguales o superiores a los que puedan ofrecer muchos establecimientos de restauración. -¿Qué tipo de clientes predominan? -Principalmente la gente joven. En cierto modo porque a esas horas es la gente joven la que más sale. Pero también acuden a nosotros matrimonios con hijos, eso sí, en horas más tempranas. Precisamente en este segundo caso queda patente la confianza que tienen en nosotros para acudir con sus hijos. -¿Hay que tener ciertas dosis de psicología para estar detrás del mostrador? -La noche te obliga a estar a la defensiva. Hay que tener en cuenta que las instalaciones están concebidas para dar un servicio rápido a la gente a la vez que tratar con personas muy diferentes y en un estado variable. -¿Qué es más demanda la gente en La Gula? --Principalmente baguettes de carne, aunque también hay lugar para otros productos. -¿Beneficia o perjudica ser un empresario joven? -En mi caso me ha ayudado. Para trabajar la noche tienes que tener más aguante y creo que la gente joven como yo lo tiene. Con todo, también tienes que ser constante y hacer las cosas bien. -Los establecimientos como el suyo, ¿tienen futuro? -A medio y largo plazo sí. La gente, cada vez más, tiene menos tiempo para dedicárselo a la cocina y por eso recurren a nosotros, tanto a los restaurantes clásicos como a establecimientos de comida rápida como es La Gula. Y es que a un precio económico pueden comer bien.