La acusación particular baja su petición de pena a tres años de inhabilitación
Fernández se declara inocente y la fiscal pide archivar el caso
El juicio contra el ex alcalde de Villablino, Pedro Fernández por malversación de caudales públicos y prevaricación quedó ayer visto para sentencia, con una rebaja de
Pedro Fernández, durante un juicio anterior en la Audiencia
Pedro Fernández acudió al juzgado de lo Penal número uno acusado por el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Villablino por malversación y prevaricación de fondos públicos, permitiendo que 22 empleados trabajaran sin contrato. Ante las preguntas de la acusación particular, Fernández aseguró que en ningún momento el Consistorio tuvo a personal laboral sin contrato. El ex alcalde de la capital lacianiega aseguró que «el Ayuntamiento acudía a todas las ofertas del Inem, la Junta, el Fondo Europeo para contratar a personal. Se formaba una comisión de personal, a la que no pertenecía, y se elegía a los trabajadores». El alcalde de Villablino afirmó que en todo momento había consignada una partida presupuestaria para este personal. Fernández señaló además que «cuando acababa el convenio, lo que se hacía era un acuerdo de forma tácita entre las partes para que se siguieran cumpliendo con los servicios, hasta que se firme un nuevo convenio, en 15 días, un mes o el tiempo que sea. Los trabajadores en todo momento cobraban los trabajos que realizaban y siempre cotizando en la Seguridad Social». El ex alcalde aseguró que los dos interventores de ese periodo de tiempo nunca le advirtieron si había irregularidades y que «nunca tuvimos en esos años ninguna reclamación de Hacienda ni el Inem». Fernández indicó también que los partidos de la oposición, tampoco interpusieron alegaciones sobre las condiciones de los trabajadores. Sin conocimiento A continuación, testificaron los interventores del Ayuntamiento por parte de la acusación, que no confirmaron las presuntas irregularidades del alcalde. Antonio Álvarez García y Alfredo Prieto Altamira indicaron que nunca tuvieron conocimiento de que hubiera desviación ni alteración de las cuentas municipales y que los sueldos de los trabajadores provenían del presupuesto de personal. También declaró María Nieves Fernández, teniente alcalde durante esa época, que también aseguró que «el alcalde en ningún momento intervenía en la elección del personal». Además, indicó que en las cuentas municipales de personal se indicaba la cantidad para las categorías de empleados.