El juicio contra el segundo acusado del proceso quedó visto para sentencia, tras la visualización del video
El fiscal pide dos años por el caso de la grabación sexual de La Robla
Un año y siete meses después de la primera vista oral en el procedimiento judicial abierto por la grabación de un acto sexual entre una p
El litigio arrancó con la denuncia de una joven que se consideró afectada en su intimidad al verse en las imágenes de una cinta de video que se exhibió en público. Ayer finalizó el proceso judicial que se había abierto contra dos hombres, tío y sobrino, acusados de un delito contra la intimidad por su implicación en la grabación en vídeo de media hora de relaciones sexuales entre el segundo de ellos y su novia. El primero, T. M. A. declarado en busca y captura desde septiembre del año 2001, cuando no cumplió con una citación judicial, del día 6 de septiembre de aquel año, se enfrenta a peticiones de penas de dos años, de acuerdo con las calificaciones que el fiscal del caso elevó ayer a definitivas, y a tres años de prisión, según la precisión ejercida por la parte de la acusación particular que pide una indemnización por perjuicio moral de seis mil euros; el doble de la estimación que realiza el ministerio público. La vista oral, como las anteriores entregas del proceso, se celebró a puerta cerrada y venía precedida desde la semana anterior por un aplazamiento temporal para la visualización de las imágenes que denunció la joven, E. D. G., que supuestamente se habían filmado en una vivienda propiedad del ayer acusado. En el procedimiento judicial ya habían declarado los testigos y los peritos que intervinieron en la investigación, incluido el sobrino del procesado, que ya fue condenado en septiembre del 2001 a dieciocho meses de prisión por un delito contra la intimidad, por los mismos hechos que ayer se juzgaron. La expectación en las inmediaciones de la sala de vistas del juzgado del caso, el penal número uno de León, fue notable en la primera jornada del juicio, la pasada semana, acrecentada por la presencia de numerosos curiosos y medios de comunicación entre las personas citadas en el proceso en calidad de testigos. La continuidad de la vista tras el aplazamiento se vistió de dosis de mayor discreción. Sólo amigos y familiares de la demandante arroparon a ésta en el momento de entrar a la sala del juzgado para presenciar la prueba que motivó su denuncia. El visto para sentencia abre un periodo de espera hasta la segunda sentencia judicial en un caso salpicado de morbo.