Silvia en Picos

Elecciones. Ruido de sables en la Montaña Oriental. La consejera de Medio Ambiente hace su primera visita al Parque de Picos. ¿A cuál de ellos? A los dos. Los asuntos del Nacional los despacha en León: Pontón y Panderruedas imponen en invierno. Para lo del Regional se acerca a Puebla de Lillo. Como los buenos estrategas ataca la fortaleza por el flanco. La veo en el periódico, rodeada de "representantes de la comarca", según reza el pie de foto. A algunos no les he visto nunca (vivirán en Caminayo), los que conozco viven casi todos en León, física y mentalmente. Hasta ahí todo normal: políticos que nos visitan en época de elecciones y representantes del mundo rural que viven en la urbe. Paso de la foto al texto y lo que leo sí que es nuevo: proyectos para crear centros de interpretación de la naturaleza en Valdeón, Sajambre y Lario, Parador Nacional en Burón (¿a 100 metros de unas naves ganaderas?), transformación de productos que lleven el sello de calidad del Parque; que el propio Parque sea motor de desarrollo de la comarca..., ¿qué es todo esto? ¿ha perdido el juicio la consejera? Porque todos creíamos que esto del Parque era sólo para la cosa de los pinos, las pistas y los jabalíes. No, no ha perdido el juicio. La Consejera cree en lo que dice. Es la primera persona en su cargo que cree en lo que dice. Entendámonos, tampoco inventa nada nuevo. Se limita a remitirse a la línea de desarrollo que establece el Plan de ordenación de Recursos Naturales del Parque (PORNA), que no es más que la copia de otros Planes de Ordenación de otros Parques, que se concretan y se adaptan al terreno a través del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), que en nuestro caso (Parque Regional), lleva 8 años de injustificable retraso agravados ahora por la denuncia de URZ contra la zonificación del Parque. Viene la Consejera con proyectos turísticos debajo del brazo: centros de interpretación de nuestra vapuleada naturaleza que deberían llevar años hechos. Sitios dónde se pueda ver algo. Quizá porque se ha dado cuenta que en esta comarca que pretende venderse como la panacea del turismo rural está todo abandonado y echado a perder. También nos habla la consejera de un plan de desarrollo económico para los espacios naturales protegidos. Teniendo en cuenta que ese plan, teóricamente, debe hacerse después de aprobar el PRUG, me temo que vamos a tener para rato. A poco que se descuide, cuando venga con los planes de desarrollo no va a haber a quién desarrollar. No la culpo, lleva poco en el cargo. En definitiva, la Consejera se acerca a pedir que la ley del Parque (el PORNA) se desarrolle y se cumpla. Es raro que no hayan cargado contra ella (ventajas de ser Consejera, supongo), porque aquí en la comarca hay un grupo de gente que llevamos 10 años pidiendo lo mismo y nos han llamado ecologistas de caverna. En fin, el tiempo da y quita razones. Es valiente esta Consejera. Empezó su mandato posicionándose sin ambiguedades contra la línea de alta tensión. Ha metido una cuña importantísima a favor de los espacios naturales en el plan forestal de los ingenieros de montes. ¿Cómo? Incrustando en el plan un documento, el programa V7, que proyecta un rayo de luz en la oscuridad en la que vivimos. Un programa que dulcifica un poco la horrorosa cara de bulldozer que tenía el primer borrador del plan. ¿Cuántos de esos "representantes comarcales" que acompañan a la Consejera en la foto lo han leído?. Me reservo la respuesta. A la Consejera, o a quien venga detrás, le queda por delante un trabajo arduo. La Consejera cree, pero de poco sirve que ella crea si está rodeada de una telaraña de intereses que tienen asfixiado el desarrollo de la REN como lo que debe ser: aval de conservación de los valores que en cada caso dieron lugar a la declaración del espacio protegido, fuente de saber y ocio para los ciudadanos que tienen como patrimonio común esos espacios y, sobre todo, garantía de desarrollo para los ciudadanos que los habitan. Y yo, que soy uno de esos ciudadanos, me voy a permitir darle un consejo a la Consejera: la Red de Espacios Naturales no necesita ingenieros; la Red necesita economistas, agentes de desarrollo rural, expertos en márketing y publicidad, y, si acaso, algún biólogo. Hasta pronto.