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CRÓNICAS PÉSICAS Pedro V. Álvarez Collar

Fonfría

Publicado por
León

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Parece ser que el olor a elecciones municipales vuelve a traer a la explotación a cielo abierto de Fonfría de nuevo a la actualidad, ya que, según leíamos en pasados días, se va a presentar un recurso, por parte de los ediles del PP en el consistorio lacianiego, en contra del fallo dado por parte de la Sala de la Contencioso-Administrativo, del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, mediante el cual denegaba la petición del citado grupo municipal, de paralizar cautelarmente dicha explotación. Comenzaremos por dibujar, para aquellos a los que todo esto les suene a chino, lo que es y lo que significa esta explotación en el mapa lacianiego. Desde principios de los años ochenta se viene manteniendo una batalla, desigual y algunas veces más encendida que otras, según el color de los gobiernos municipales, entre aquellos que supeditan el futuro del valle de Laciana al cada vez más negro futuro de la minería, pasándose por el forro cualquier legislación existente, y aquellos otros que piensan, por el contrario, que el bien común esta por encima de que una determinada empresa suba enteros en la bolsa. Así llegamos a estos momentos, con el siglo XXI comenzando su andadura, donde nuestros aún privilegiados valles, no teniendo ya bastante por haber sufrido durante casi todo el pasado siglo infinidad de explotaciones de minería subterránea, que han dejado nuestros montes sin apenas fuentes, se encuentran desde hace dos décadas con un sinfín de explotaciones a cielo abierto que, desde Cerredo hasta Penadereita, configuran un paisaje que visto desde las alturas se asemeja más a la luna que al vergel que siempre fue. Así entre explotaciones ya agotadas y otras futuras nos encontramos rodeados. Leitariegos, Fonfría, el Xaral, el Feixolín, Robledo, configuran la barbarie que digo. En algunos momentos se contó con el apoyo institucional en contra de esta debacle, así en sus comienzos hubo una fuerte oposición por parte del Ayuntamiento, gobernado entonces por el PCE. Posteriormente con el PSOE gobernando se facilitó la labor aprobando ordenanza municipales que ponían un camino de rosas a las empresas esquilmadoras. En estos momentos, desde la mayoría absoluta de IU en el gobierno municipal, se realiza una mínima oposición a que se continúe en la misma tesitura. En resumidas cuentas, gobierne quien gobierne, el pueblo de Laciana apenas goza de apoyos, y solamente se escuchan voces aisladas y descoordinadas en contra de la sinrazón. Por eso, escuchar las voces de los ediles del PP oponiéndose a que estas explotaciones, como digo, en la mayoría de las ocasiones rayando la ilegalidad. No debemos de olvidar que todas ellas tienen lugar en zonas oseras, protegidas por normativas europeas, superiores estas a cualquier normativa local, provincial, comunitaria o nacional. Decía yo, que el escuchar estas voces, llenas de sentido común, nos resulta tan agradable como el canto del cuco ahora que llega la primavera en la Devesa de Sosas; pero nos sonaría a música celestial, si ellas se dirigieran a donde deben, a la Junta de Castilla y León, artífice de que estas barbaries se lleven a cabo. No deben de olvidar los ediles peperos que estas explotaciones, aunque parezca increíble, cuentan con todas las bendiciones de Medio Ambiente de la Delegación de la Junta. Por eso, el querer pasar la patata caliente al Ayuntamiento de Villablino parece en estos momentos, con las municipales a la vuelta de la esquina, cuando menos oportunista.