El derroche automatizado

Sorprende a veces ver cuáles son los destinos imaginarios del dinero público al que buscan unos derroteros fuera de lo habitual y que transgrede la mente lúcida de algunos técnicos. Que Feve quiera llevar a rajatabla la ley de seguridad, después de tantos años, es algo de agradecer. Lo realmente admirable es que esa seguridad implique la colocación de un paso a nivel automatizado en Prado de la Guzpeña que tendrá una utilización de un año y un coste de 60 millones de las pesetas de antes. Habría que preguntar a Feve por qué no se automatizó ese paso hace años. Da la impresión que estamos en un batalla del dinero electoral, del gasto porque me sobra, del hoy derrocho aquí y mañana también. Total sólo quedan unos meses. Porque esa misma circunstancia también se dio en el paso de Sorriba del Esla, donde Feve quería automatizar y el ayuntamiento de Cistierna le recordó lo del subterráneo de Fomento. Cuando a uno le llegan estas noticias piensa en la cantidad de lugares, pueblos, estaciones, apeaderos en los que se pueden invertir esas cantidades que para algunos puede ser una mera justificación del gasto y para otros una necesidad urgente que, o nunca llega, o a veces llega tarde. Todo esto parece más un problema de administrar la mente de los administrados que de administrar el dinero que administran los administrados. Vamos, que Dios nos libre de ciertos administrados que por desgracias son muchos y por fortuna mal organizados (aunque sea un pareado).