Un camión sin bomberos

Los «bomberos» de La Bañeza saben que su situación es precaria y entienden que no son las personas más adecuadas para atender el servicio de extinción de incendios. Además, en ocasiones, son objeto de crítica por el retraso de sus actuaciones. No abandonan esta tarea «porque alguien la tiene que hacer». Sin equipo ni formación reciben 48 euros al mes como compensación salarial, una cantidad que, según dice, no se ha modificado desde que llegó el camión a la ciudad, hará ya un buen número de años que no saben concretar. En principio, el número de bomberos era más alto, pero la precariedad produjo varios abandonos. Así, cuando se produce un incendio en La Bañeza, la Policía Local debe localizar a los cuatro voluntarios, «que no tenemos obligación alguna de dar un teléfono o lugar en el que nos encuentren», explican. Luego, hay que ir a por el camión y llegar hasta el lugar del siniestro, para enfrentarse a las llamas sin trajes ignífugos, ni máscaras de oxigeno, sólo las mangueras. Un parque supracomarcal El pasado 15 de febrero, cuando se quemó un domicilio en la calle del escultor Rivera, una vez que llegó la dotación del Parque de Bomberos de León, el sargento a su mando ordenó que salieran del piso incendiado todos aquellos que no disponían de una máscara de óxigeno, con lo que vecinos e improvisados bomberos bañezanos tuvieron que abandonar el lugar, dejando la labor a los profesionales de León, bien equipados. En todo caso, la opinión generalizada en la ciudad es que la solución a este problema no sólo está en manos del Ayuntamiento, sino que supera sus competencias. Grupos municipales y ciudadanos se inclinan pro una alternativa como la del reivindicado hospital comarcal: un parque de bomberos que se sitúe en un lugar estratégico para dar servicio a las áreas de influencia de La Bañeza y Astorga. El tema está sobre la mesa, pero, de momento, no se conoce que se haya dado un paso adelante en este sentido. Ahí queda el incendio del bar Mi Casa, cuya catástrofe se debe, en buena medida, a la falta de un servicio que actuara con rapidez. Al menos, no hubo desgracias personales.