Olor a elecciones

Cuando tecleo esta, aún desconozco todos los grupos que presentarán listas a las, cada día más cercanas elecciones municipales, en nuestro Concejo. Conozco a grandes rasgos las listas que presentan Izquierda Unida y el PSOE. En lo primeros se nota una ligera renovación, en los otros una renovación un tanto mayor, si bien continúan algunas de las caras de siempre. Imagino que tanto PP como UPL se presentarán igualmente, aunque no se sus integrantes. Si estuvieramos haciendo un análisis de lo que se nos avecina en cualquiera que fuera el lugar a tomar como base de España, donde existe un claro bipartidismo PP-PSOE o PSOE-PP, que tanto monta; tendría claro que en estos momentos, para uno le estaban pintando bastos, en forma de palo y tente tieso, y para el otro oros como soles de grandes, dadas las expectativas que barajan ambos partidos, desde que el manido España-va-bien se convirtió en Nunca mais y No a la guerra. Así, si estuvieramos hablando de cualquier lugar remoto donde lleguen las ondas rafiofónicas, las imágenes televisivas o las fotos de prensa de esta desgraciada guerra fuera de toda legalidad -¿pero es que hay alguna guerra que está dentro de la ley?-, sabríamos con certeza lo que iba a ocurrir en el próximo y florido mes de mayo. Con unos sondeos que dan más del 90% en contra de la guerra de Bush y su machada Aznar, con un claro reconocimiento desde el partido del gobierno de que han movilizado a todos los adversarios juntos, al mismo tiempo que desanimaban a los simpatizantes. Teniendo además al frente del cotarro a personajes que antaño azuzaban a la opinión pública contra el PSOE y hoy acusan a este de estar detrás de los que azuzan, tal y como ocurre con el «señorito» Arenas. Con todo esto como digo, y como podemos leer o escuchar en cualquier tertulia mínimamente independiente, cualquier analista político tendrá bastante fácil decir, a poco que se prolongue la guerra, y posiblemente lo hará más allá de mayo, que el PP está perdiendo altura y roza ya el suelo electoral en el que su carismático líder los ha puesto con su empecinamiento. Pero claro, estamos hablando de Laciana, teóricamente uno de los últimos reductos de la izquierda, no ya a nivel comunitario, sino hasta a nivel nacional. Una comarca adonde la pelea bipartidista no es PP-PSOE, sino IU-PSOE, con una alternancia en el gobierno municipal por rotundas mayorías. Un Ayuntamiento donde alternó su gobierno el PCE padre de esta IU durante tres legislaturas, dos del PSOE y las dos últimas el IU. Aquí cualquier analista político al uso, de esos que chupan cámara y defienden sin rubor alguno hoy una cosa y mañana la contraria, podría volverse tarumba. Porque aquí, por estos verdes valles donde, como digo, lleva gobernando la izquierda desde que inauguramos la democracia, aunque en realidad apenas se note, lo que se dirime el próximo 25 de mayo no está apenas maleado por el trasnochado discurso del PP, con su política de no reconocer sus errores y tratar de cargar con las culpas a la oposición. Poco o nada va a importarles a los candidatos de IU o del PSOE su fulgurante aparición en los sondeos de los primeros y su ascensión a los cielos de los segundos. En cambio a los candidatos del PP les influya la mala política llevad a cabo por su partido en un momento en el que vislumbran una cierta tendencia a subir. A sus histéricos correligionarios en la dirección central deben el retroceso que se les avecina el próximo 25 de mayo, solamente ellos son los culpables de que todo les esté saliendo mal. Quien siembra vientos recoge tempestades. Ellos llegaron al gobierno con el «váyase señor González», y se irán del Gobierno con el «déjenos en paz señor Aznar. Sino tiempo al tiempo.