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PUNTO FINAL PARA UN SERIAL DE DIEZ AÑOS

Menos motor, más fuelle

Alonso y su padre, fallecido el año pasado, al llegar a la MSP en 1994

Publicado por
J.A.O. Redacción - LEÓN.
León

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MSP logra salir del pozo de la quiebra con menos motor -si como tal se entiende la plantilla y la producción que tuvo- pero con más fuerza: saneada, competitiva y situada entre los índices mineros de productividad y modernización más altos de Europa. Si es cierto que de no haberse producido una quita de la deuda tan enorme (casi la mitad) nadie hubiera sido capaz de reflotarla, no lo es menos que los gestores que llegaron con Victorino Alonso en 1994 han tenido que sortear un doble obstáculo: pagar grandes sumas de dinero del convenio de acreedores y cumplir la dura normativa española y europea de reconversión del sector; y han sido dos las reestructuraciones que ha tenido que superar. Aunque sin ellas no hubiera tenido ingresos extraordinarios con los que afrontar los pagos, capacidad para reducir costes (en un 37% desde entonces), especialmente en los laborales y de producción, ni para lograr ser viable y competitiva. Justo antes de la quiebra MSP contaba con 2.662 empleados. En enero de este año la plantilla era de 1.103 trabajadores: 1.660 menos; con lo que esto supone para Laciana, de quien MSP es único motor económico. La pérdida de empleo no ha sido traumática, al menos. Las reconversiones de 1994 y 1998 han permitido que los mineros se hayan ido a casa con jubilaciones anticipadas en vez de al paro. Aunque la mina ha dejado de dar trabajo, al menos no se han generado pobreza. El acuerdo de levantamiento de la quiebra también implicó al Gobierno, que aprobó en el 93 un incremento de producción, para dotarla de mayores ingresos por ventas. Así, en 1996 se alcanzaron los 1,7 millones de toneladas anuales, frente a los 1,16 de tres años antes. Gracias a ellos MSP también ha logrado liquidez para afrontar la modernización que exigía la UE para permitirle seguir abierta y recibir ayudas a la producción. Desde 1998 dejó de producir 688.551 toneladas, situándose los 1,06 millones anuales. Por esta reducción ha recibido importantísimas ayudas: 52,68 millones de euros desde 1998. Gracias a esto y a la reducción de costes, ha podido pasar de ser una empresa en quiebra, obsoleta en muchos apartados, a abrir nuevos frentes y modernizarse, garantizando su futuro al menos 30 años sin tener que abrir pozos. Por el camino han quedado otros tan míticos como Carrasconte, María o el viejo Paulina. Aunque con el nombre de este último se bautizó a uno de los dos nuevos; junto a Feixolín -también nuevo-, Calderón, Lumajo, Xaral y los cielos abiertos son el futuro de MSP. Y de Laciana.

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