Las obras rescatan seis lápidas de antiguas tumbas
El público podrá ver el primitivo artesonado de la iglesia de Santa María
El delegado de la Junta de Castilla y León en la provincia, Luis Aznar, visitó ayer las obras de restauración de la bañezana parroquia de Santa María junto con el alcalde de la ciudad, José Manu
Desde que hace unas semanas comenzaron las obras del solado y la torre de la iglesia de Santa María nadie ajeno a los trabajos y a la parroquia había podido visitarlas y menos fotografiarlas. Ayer, la visita no oficial del delegado de la Junta Luis Aznar al templo sirvió para ver el nuevo suelo de la parroquia, el avance de los trabajos en el interior de la torre y el artesonado que, en otro tiempo, lució el lugar sagrado y que ya no se podrá recuperar. Sin embargo, sus restos, escondidos entre el tejado y las cúpulas, podrán verse una vez finalice la recuperación del interior de la torre, que se convertirá en un museo de arte religioso. Los trabajos que refieren al solado de Santa María reciben ya los últimos remates y se espera que el viernes se reabra el templo al culto, los del interior de la torre aún se prolongarán en el tiempo. El arquitecto de esta obra mostró a Luis Aznar y José Manuel Rodríguez el nuevo suelo de la iglesia, en mármol y madrea y desveló que al levantar el viejo «se han encontrado multitud de enterramientos». De estos se conservarán seis lápidas -una de las cuales data del siglo XVII-, que posiblemente formen parte del museo religioso comarcal que albergará la torre. Durante los trabajos también se encontró en una pared un arco y un fresco, ambos en un lamentable estado, que se han tapado con un tabique que facilite su conservación. El único enterramiento de los que había en la iglesia que se ha respetado es el de Ángel Riesco Carbajo, sacerdote que ejerció su ministerio en La Bañeza y cuya causa de beatificación sigue abierta. Los demás restos humanos encontrados se han depositado en lo que fue un pozo. La sorpresa de esta visita fue la posibilidad de contemplar lo que fue el artesonado de la iglesia -muy deteriorado por el pasado del tiempo y que fue cubierto por las bóvedas-, que el público podrá observar desde la torre de la iglesia. La Junta subvenciona parte de esta actuación.