León perderá 20 millones de euros al año con la revisión de la PAC

A partir del año 2012, fecha en la que se aplicará el mayor porcentaje de modulación de las ayudas agrarias, León podría convertirse en una de las provincias de la comunidad más afectadas por la reforma de la PAC que plantea el comisario de la UE, Franz Fischler. Junto a Salamanca y Soria, la provincia de León perdería a partir de esa fecha más de 20 millones de euros anuales, aunque la peor parte se la llevarían Burgos, Valladolid y Palencia, con pérdidas de 40, 32 y 29 millones de euros cada una. Así se pone de manifiesto en el primer informe que la Consejería de Agricultura y Ganadería ha elaborado sobre las repercusiones en Castilla y León de la revisión de la PAC en los términos propuestos por Fischler hace meses. Entre otras conclusiones, en este informe también se señala que, en el peor de los casos, en el conjunto de Castilla y León se dejarían de cultivar entre 400.000 y 600.000 hectáreas de cereal de secano en las llamadas zonas desfavorecidas, mientras que la disminución de la producción de cereal podría llegar a alcanzar 1,2 millones de toneladas. Reducción del sector ganadero En cuanto al sector ganadero, se estima que la reducción de la cabaña de carne podría ser de 576.000 animales, fundamentalmente de ganado ovino. Entre los datos más novedosos, el informe de Agricultura, que ya está en manos del MAPA, señala que en el conjunto de Castilla y León podrían llegar a perderse 13.450 activos, 11.000 de los cuales corresponderían al sector agrario. No obstante, en el informe se parte de dos escenarios posibles, más pesimista y menos pesimista, siendo este último el más probable para la Consejería de Agricultura. Así, si en el escenario más pesimista se prevé unas pérdidas de unos 201 millones de euros al año sólo en el sector agrario del conjunto de Castilla y León, en el más optimista estas pérdidas apenas alcanzarían los 90 millones. A pesar de ello, las organizaciones agrarias consultadas consideran más acertadas las previsiones más pesimistas de la Consejería de Agricultura, puesto que en ellas no sólo se parte de supuestos muy favorables, sino que ni siquiera se tiene en cuenta sectores como el vacuno de leche, que será uno de los más perjudicados por la reforma. A partir de todos estos datos, el informe presenta una serie de reivindicaciones de Castilla y León frente a la reforma, entre las que destaca la oposición al desacoplamiento total entre ayudas y producción, puesto que «es claramente disuasorio de la actividad agraria en las zonas más desfavorecidas». También se pide el mantenimiento del precio de intervención del cereal y al menos el 50% del sistema de ayudas que actualmente reciben las industrias transformadoras de forraje.