Los vecinos responsabilizan al Obispado de la caída de la torre

Corresponsal de Diario de León La torre de la iglesia de San Pelayo de Pozuelo del Páramo se cayó el pasado lunes fruto de su mal estado y de la humedad provocada por las lluvias de aquellos días. El resto de la iglesia, un conjunto del siglo XVII o XVIII, no se vio afectada por el derrumbe. Desde entonces hasta hoy el Obispado de Astorga, al que pertenece, no ha tomado ninguna decisión más que limpiar la zona de escombros, según confirmó el propio obispo. La asociación cultural El Lagar critica con dureza el abandono que sufre el ingente patrimonio que guardan cada uno de los pueblos de la provincia. «Esto no es el Liceo de Barcelona para el que enseguida se destinaron fondos para restaurarlo. Esto es otra cosa. Esto es Pozuelo del Páramo. Y, ¿a quién le importa? Somos pocos pero también tenemos dignidad. La dignidad suficiente como para ver construido nuestro campanario, como para volver a oir el repique de sus campanas, que por suerte se salvaron, como para ver a la cigüeña posarse en su nido. Era nuestro día a día», manifiestan. Desde El Lagar no dudan en arremeter contra el obispado maragato. Según afirman, 607 días antes de que la torre cayera, una representante de la diócesis visitó la localidad, sacó fotos y aseguró que los temores de los vecinos eran exagerados, que no estaba para caerse, que eran simples grietas. Incluso el mismo día del derrumbe volvió a Pozuelo y al ver que la caída era ya inminente, con el campanario estaba muy cedido, «dijo que el responsable de la reparación de la iglesia era el pueblo. ¡Hasta ahí podíamos llegar! Lo del clero es de chiste. Lo mío es mío pero que lo arregle otro», comentan desde la asociación cultural. Hace tres años se reparó la cubierta del templo con fondos del Obispado, el Instituto Leonés de Cultura y particulares. «En ningún sitio pone que la iglesia sea patriminio comunal, pero de los comunes sale parte del dinero de sus reparaciones. Tememos que con la torre vuelva a pasar lo mismo», dicen.