La alcaldesa se queja de las obras para proteger el artesonado mudéjar

En este sentido, Martínez señala que «ante el desconocimiento que demostraban -los obreros- en lo que estaban haciendo, como alcaldesa, me vi en la obligación de parar las obras previa consulta a los equipos técnicos de los organismos concesionarios». Una situación que ha perjudicado al artesonado ya que «con las últimas lluvias vimos con impotencia como la lluvia afectó a buena parte de este artesonado así como el resto del templo, lo que hizo que los bancos y la tarima presentasen numerosos puntos de encharcamiento». La propia alcaldesa admite que «siempre tuvimos la idea de restaurar el artesonado mudéjar que tenemos en el templo, pero dado el elevado costo que esto suponía y los escasos recursos económicos del ayuntamiento, nos vimos en la necesidad de cambiar de idea, optando por darle protección». De este modo, tras esperar varios años por una subvención para consolidar el tejado del templo, se concedieron al Ayuntamiento de Villamoratiel 9.000 euros con los que, según la alcaldesa, «sólo era posible acometer la restauración de la cubierta del artesonado, sin poder afrontar más obras en el resto del templo». Unos trabajos cuya ejecución ha resultado ser, en palabras de la alcaldesa, «lamentable y vergonzosa». No en vano, «se han colocado tejas del revés, no se han realizado nivelaciones en algunas cubiertas, se han colocado placas de onduline de diferente calidad...». Afirmaciones refrendadas por Juan Santamarta, quien lleva ejerciendo como sacristán más de 50 años, y comenta que «el templo es una gotera continua. Después de la intervención de estos maestros las hay allí donde nunca existieron». Como muestra de lo acontecido, cabe recordar que la primera de las cuadrillas montó los andamios sujetándolos mediante ataduras al cableado del alumbrado. Al venirse abajo, causó graves desperfectos en varios bancos y una plantación de árboles.