CRÓNICAS PÉSICAS Pedro V. Álvarez Collar
Polígono industrial
Los ayuntamientos, siguiendo no sé qué moda de hacer todos lo mismo, convenga a sus conciudadanos o no, comenzaron por hacer pistas multiusos, o sea pequeños polideportivos, en pueblos donde los niños brillan por su ausencia y apenas van quedando cuatro viejos que se niegan a abandonar el terruño que los vio nacer. Continuaron la moda del yo más grande que tú, haciendo casas de cultura, muchas de ellas abandonadas de uso por los mismos motivos que lo anterior, ante la falta de ciudadanos que programen actos en ellas. Posteriormente llegaron los polígonos industriales. Si el ayuntamiento de al lado tiene uno de tantos metros cuadrados, el del mío tiene que ser mayor, no se vayan a pensar que andamos racaneando. Así de esta manera, en esta provincia nuestra fueron brotando como setas en primavera, pequeños, medianos y grandes polígonos, que tiene en común la mayoría de ellos, el haber estado pensados con cualquier cosa menos con una cabeza algo amueblada. Ahora estamos en la moda, esto si con cierta lógica, dado el envejecimiento poblacional que sufrimos, de hacer residencias de ancianos por todos los lados. Lo que resulta chocante es el hecho de que se llevan a cabo con dinero público, teóricamente de todos los contribuyentes, y posteriormente una vez construidas en su totalidad, van a manos de gentes afines a los colores del gobierno municipal, que solamente han de pagar un canon anual por su explotación y ahí me las den todas... Aquí por estos pagos pasamos ya por casi todas las modas al uso. Primero fue una fastuosa casa de cultura, diseñada parece se por el enemigo, pues si hubiera sido amigo el que la diseñó no habría hecho tantas salas minúsculas infrautilizadas, un salón de actos de colegio de frailes de los sesenta, y habría construido un edificio apto para lo que quería ser. Bueno eso suponiendo que alguien lo supiera... cambiamos de alcalde y empezó la era del hormigón. Se gastó tanto hormigón en esa época, como en todas las legislaturas anteriores y posteriores. Entonces se hicieron pistas multiusos. Posiblemente se cambiaría de diseñador profesional, pero debía de ser de la misma escuela que el del anterior, pues algunas, con las medidas que les dieron, solamente servían para jugar al voleibol y a tenis, así como lo oyen, no se piensen que es sarcasmo... Aunque claro, como todo se hacía cara a la galería y se dejaban a medias, cumplido su momento electoralista, alguna continúa hoy con los bordillos laterales y sin hormigonar la pista, pero la verdad para la falta que hace... La moda de los polígonos industriales también comenzó por la misma época y especulando especulando, llegaron a enterrar mucho dinero en una zona no muy adecuada para ello, pero pienso que en nuestro valle cualquier ubicación es igual de inútil. Laciana, está muy lejos de todas las partes, las comunicaciones, hagan lo que hagan, continúan siendo demasiado largas. No hablaremos ya de que estamos en el país de la chapuza y de que la carretera de Ponferrada continúa dando problemas día tras día. La de Omaña está diseñada por una lagartija y la de Babia algo parecido. El polígono industrial que en su día, mal comenzó un alcalde y que fue terminando el que vino después, estuvo funcionando hasta ahora huérfano de industrias, en parte porque el empresario lacianiego, si es que existe, que eso ya es otro cantar, apuesta por invertir en otras zonas y no lo hace en su tierra. Bueno, si exceptuamos la apuesta de un jubilado minero, que ha sido hasta el momento en único en crear una industria real, con la creación de empleo que tenga, pera era hasta el momento el ejemplo a seguir. Por eso, cuando la pasada semana se inauguraban las instalaciones de Dosiper, una veía como un futuro esperanzador la iniciativa del amigo Juan Manuel Castaño, y pensaba que podría ser la chispa que se necesitaba para encender el fuego de la industrialización en el Valle. Posiblemente Juan Manuel tendía otros lugares más asequibles y más aptos para instalar Dosiper, pero Laciana es su tierra y esto habrá influido mucho en su decisión. Desde este rincón deseamos toda la suerte del mundo a Castaño y que cunda el ejemplo. es el momento de caminar mirando hacia el futuro...