El PP insta a su propio Gobierno a que cumpla el plan del carbón

«Hasta el PP debe desconfiar de su Gobierno cuando presentan una proposición en la que le instan a cumplir el plan del carbón», manifestó ayer la diputada socialista por León Amparo Valcarce, que presentó junto a su compañero por Asturias Celestino Suárez la enmienda a la propuesta popular que fue rechazada ayer en el pleno del Congreso. Sin las medidas concretas de protección del sector minero que proponían los socialistas, Amparo Valcarce rechaza que la proposición del diputado del PP asturiano Isidoro Fernández Rozada tuviera ninguna utilidad, y acusó a los populares no sólo de negarse a discutir la conveniencia de incluir las enmiendas que propuso el PSOE, sino de aprovechar la propuesta para criticar al gobierno asturiano que preside el socialista Vicente Álvarez Areces. «Es inaceptable que aprovechen para descalificar al gobierno asturiano, cuando está empleando los fondos del plan del carbón como complementarios a sus propias inversiones en las cuencas mineras, mientras que la Junta de Castilla y León, donde gobierna el PP, el plan del carbón sirve para sustituir las inversiones que debería realizar la comunidad», señaló ayer la parlamentaria del PSOE leonés después del pleno que se celebró en el Congreso. Valcarce advierte que si realmente el PP y su Gobierno quieren tomar medidas para proteger las cuencas mineras, lo que deben hacer es adoptar las medidas que ayer propuso el PSOE, tales como retirar la comunicación que el Ejecutivo hizo unilateralmente a la Unión Europea para situar la producción española de carbón en doce millones anuales de toneladas a partir del año 2005, uno millón menos de las que estaban previstas en el plan del carbón. Otras medidas que proponen los socialistas son comenzar a negociar un nuevo marco regulador para el sector que vaya más allá del año 2010, tomar medidas para que se cumplan los cuatro nuevos contratos por cada once prejubilaciones, como se negoció en el plan, o para que las centrales térmicas realicen las inversiones que les posibiliten compatibilizar el consumo de carbón con el cumplimiento de las nuevas normas europeas en materia de medio ambiente, algo que actualmente está en entredicho en zonas como El Bierzo.