Velocidad a ras de suelo

La victoria de Argüello en el circuito urbano de La Vega, en Valladolid, fue rotunda, ya que se adjudicó las dos mangas de la prueba. Un resultado que le confirma como una solida promesa de este deporte, al tiempo que le afianza como líder de la clasificación tras haberse disputado ya tres pruebas. Entre las ilusiones de Diego se encuentra la de ir ascendiendo de categoría hasta donde su calidad y posibilidades le permitan. En este sentido, sigue de cerca la trayectoria del asturiano Fernando Alonso, que con sus resultados en la Fórmula 1 ha despertado una gran expectación en España. Logros en los que ha tenido mucho que ver su formación en el kárting, la escuela actual de Diego. Al igual que en el caso de Alonso, el padre de Diego es su principal seguidor y también colaborador, ya que es él quien se encarga de la puesta apunto de la máquina. Sin embargo, como reconoce el piloto, esto no es suficiente, ya que «una de las dificultades principales son los costos elevados que debemos afrontar si queremos acudir a las diferentes pruebas». De este modo, «podemos decir que nuestra participación se hace realidad gracias a los apoyos de las diferentes instituciones y firmas comerciales que en la actualidad nos prestan su colaboración, entre las que se encuentran el Ayuntamiento de Sahagún, la Diputación, Vodafone, Cepsa, y Carrocerías Ccnf». Apoyos que dan una idea del nivel que tiene este piloto. Él es el primero en reconocer que «en honor a la verdad, en una prueba uno se siente importante aunque, una vez dentro del kart, lo único que te hace sentir en contacto con el exterior es el roce de la carrocería con el asfalto, el olor a carburante y la alegría o decepción finales según los logros cosechados». Resultados que en su caso son más que satisfactorios, por lo que «en la actualidad me siento satisfecho de lo realizado hasta el día de hoy. Más aún cuando compruebo que el trabajo de años va dando sus frutos». Aunque, como es normal dados sus 16 años, Diego es inconformista y sueña con «llegar a correr en grandes competiciones». Una meta complicada, a la que se unen otras más asequibles, como «disputar una prueba dentro del casco urbano de Sahagún», para lo cual «el mayor problema radica en que los karts están en contacto directo y permanente con el asfalto, por lo que en las pruebas se requiere que el firme reúna unas condiciones óptimas». Algo que «podría lograrse en Sahagún si de verdad existe interés en acoger una competición de este tipo».