Los sindicatos agrarios exigen un plan rural para evitar la debacle del campo

La pérdida de efectivos agrarios -más de cuatro mil campesinos en los últimos cinco años- se podría multiplicar en los siguientes si prospera la reforma de la PAC y se mantiene el olvido sobre el mundo rural del Gobierno central, según los sindicatos agrarios de la provincia. La cuestión es peliaguda. En la provincia de León sólo quedan unos 11.600 campesinos, cuando había más de 15.000 en el año 98. De confirmarse la reforma de la Política Agraria Común, las tierras de secano, donde se planta el cereal, quedarían abandonadas no sólo en León sino en media España. Además, sin agricultores no se podría desarrollar el regadío pendiente de León. Y la desaparición de la gran mayoría se produciría en dos lustros. Para colmo, el sector ganadero está pasando uno de las crisis más importantes de su historia, ya que la bajada de leche es tan preocupante que se afirma incluso que más de la mitad de las explotaciones ganaderas de leche de vacuno están en quiebra, con lo que podría producirse un inesperado colapso del sector. El secretario técnico de la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (Coag) en León, afirma que las cosas están muy mal: «El campo lo que tiene ahora mismo es una espada de Damocles encima con la PAC». Para Gerardo García Machado, el presidente de la Unión de Campesinos de León (Ucale), la cosa va peor. «Vamos de culo y sin frenos, pero no por la PAC, que la cobran otros como la Duquesa de Alba y los Bohórquez, sino por la nefasta política del Gobierno». El secretario general de la Unión de Ganaderos y Agricultores de León (Ugal), Matías Llorente, afirma que «si en Madrid no aplican una política protectora del mundo rural éste desaparecerá». «No conozco ningún país que subsista sin el sector primario», subrayó. Por último, el secretario general de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), José Antonio Turrado no es tan pesimista como los demás, aunque sí pidió más apoyo por parte del Gobierno central: «Está claro que así no podemos seguir y que el sector se reordenará hasta que pueda comer todo el mundo de él, pero si no se arregla lo de la PAC el futuro es preocupante».