Diario de León

El militar bañezano fue el número uno en la Escuela de Estado Mayor

General Benavides (II)

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

En la entrega anterior repasamos el aspecto urbano de la arteria que recuerda en el callejero local al General Benavides, cuyo considerable trazado se extiende desde la plaza de Antonio Colinas a la carretera entre Madrid y La Coruña. Según recordamos a nuestros lectores, en su parte inicial estuvo antaño el llamado puente de Mojaelgallo, o puente de la calle Astorga, cuyas vetustas arcadas aún podían verse en el pasado siglo. Era un lugar de paso para los peregrinos, después de pernoctar y oír misa en la cercana y ya desaparecida ermita de Santa Marta. Tan peculiar denominación proviene, según los estudios de don Conrado Blanco, de la peripecia vivida por un trompeta del vizconde de Bazán que estaba prendado de una bella moza que venía a lavar sus prendas en este lugar. Cierto día su montura se espantó a causa de los revoloteos de un gallo, y el enamorado fue a caer al río con el ave entre las manos, anécdota que provocaría el curioso nombre de Mojaelgallo. En cuanto a la calle, conformada mayoritariamente por edificios de moderna y apreciable factura estética, cuenta en sus inicios con las cocheras de la Empresa Ramos, una de las agencias de transporte de viajeros con más relevancia en el ámbito provincial. Y hacia la parte final, en la acera izquierda, se encuentra el edificio que cobija los Juzgados de La Bañeza. La antigua carretera de La Coruña, apenas adornada entonces por unas cuantas edificaciones escoltadas por esbeltos chopos, recibió el día 4 de mayo de 1947 el título de paseo del General Benavides. El brillante y solemne acto, al que acudieron las autoridades locales y numeroso público, quedaría rematado con la colocación del rótulo que lleva el nombre de tan insigne bañezano. Porque, efectivamente, don Nicolás Benavides Moro nació en La Bañeza el 7 de noviembre de 1883. Fruto de su temprana y acendrada vocación militar, el año 1899 ingresaba en la Academia de Infantería, tras la humillante pérdida de los últimos restos del imperio español en Ultramar, y en 1912 en la Escuela de Estado Mayor, obteniendo en dura competencia el número uno de su promoción. Simultáneamente, don Nicolás iría desarrollando una gratificante atracción por el mundo de la cultura y de las letras, doctorándose en Derecho el año 1926 con una tesis titulada La colonización y el Acta de Torrens en el Norte de África. Un documentado trabajo que fue premiado y declarado de utilidad pública por el Ministerio del Ejército.

tracking