El bañezano publicó obras de contenido militar y otras de carácter poético
General Benavides (y III)
Los edificios con solera, como el de la imagen, se combinan con modernas construcciones en esta vía
Según les avanzamos en días pasados, don Nicolás Benavides Moro vino al mundo en La Bañeza el 7 de noviembre de 1883. Tras pasar por la Academia de Infantería, en 1912 obtuvo el número uno de su promoción en la Escuela Mayor. Igualmente, se doctoraba en Derecho el año 1926 con una tesis sobre el norte de África, territorio que conocía a la perfección por haber participado en diferentes comisiones de investigación geográfica. Con el correr del tiempo, tan ilustre bañezano sería miembro de la Sociedad Antropológica, rector de la Sociedad de Estudios Internacionales y organizador del Servicio Histórico Militar. Compaginándolo con su profesión militar, don Nicolás sentía una irresistible vocación por el mundo de las letras, evidenciada con la publicación de la obra Por mis tierras de León, en 1920. Paulatinamente, fueron saliendo de la imprenta otros libros firmados por nuestro protagonista. Así tenemos Supervivencia de Napoleón en la guerra moderna, de 1933, y Acción de España en Marruecos, en 1941. Eran libros de corte más bien científico, que combinaba con obras de poesía como Momentos y Luz en el misterio. El día 2 de mayo de 1944 don Nicolás Benavides fue promovido al generalato, lo que motivó un entusiasta artículo en El Adelanto del día 6 del mismo mes: «¡Benavides ya es General!. Esta frase, compendio exacto de una grata y gran noticia, corrió de boca a oídos de todos y por todos los bañezanos, llenándonos de íntima satisfacción. La auténtica conciencia social bañezana se estremeció de cordial alegre alborozo, al ver exaltado al elevadísimo grado de la carrera militar a su hijo preclaro el Excmo. Sr. D. Nicolás Benavides Moro, que es para nosotros el hombre culto, laborioso y humilde, bañezano cien por cien. Sin duda alguna, La Bañeza, esta matrona que se nos antoja señera y grave, prepara su mejor galardón para la frente del General Benavides Moro». Así fue. Ese mismo año y coincidiendo con el día de la Purísima, patrona de la Infantería española, se rindió en nuestra ciudad un «grandioso homenaje popular» al nuevo general, completado con el solemne acto celebrado en el Teatro Pérez Alonso, donde se leyeron telegramas de felicitación y numerosas cartas de adhesión. El alcalde, don Julio Valderas, entregó al General Benavides un pergamino con el nombramiento de Hijo predilecto, una faja de gala y un bastón de mando. A la conclusión y en un tono profundamente emocionado, don Nicolás Benavides agradecería a sus paisanos todas las distinciones recibidas.