El familiar de un anciano denunció que en el asilo se cometían supuestamente malos tratos
Dos hombres y una mujer, detenidos por supuestos malos tratos en un geriátrico
La Guardia Civil de La Bañeza detuvo el viernes por la tarde a tres personas, dos hombres y una mujer, por su supuesta vinculación con una residencia de an
La residencia estaba ubicada en este edificio, número 10, de la calle Severo Ochoa de La Bañeza
Dos de los detenidos son matrimonio, los presuntos gestores del geriátrico, y el tercero es un conocido médico de la ciudad que, al parecer, atendía a los acogidos. Siempre según la información que obra en poder de este periódico, la intervención se derivó de una denuncia cursada por la gerencia de Bienestar Social de la Junta de Castilla y León al juzgado número 2 de La Bañeza, a raíz de una denuncia previa de un familiar por supuestos malos tratos a uno de los internos. La titular del juzgado que instruye las diligencias decretó el secreto del sumario. Al parecer, en el momento de la detención, tres mujeres y un hombre permanecían en el interior de la residencia, colindante a la vivienda que habitaba el matrimonio. Los internos fueron desalojados en ambulancias, según fuentes vecinales, y trasladados a otros geriátricos. El inmueble fue precintado tras ser registrado por la Guardia Civil para comprobar las condiciones en que los ancianos eran atendidos. Carecía de letrero anunciador en el portal, el buzón y la puerta del piso. Los detenidos pasaron la noche del viernes en el calabozo de la Policía Municipal y comparecieron ayer en el juzgado. Este periódico pudo saber que al menos el matrimonio fue puesto en libertad y regresó a su casa a media tarde. Los vecinos de la zona confesaron su extrañeza por el caso y por el dispositivo policial desplegado, que causó gran expectación. Recordaban que el asilo existía hace unos cinco años, y que la Junta lo cerró, al parecer porque no cumplía la legalidad. Ninguno dijo tener conocimiento de que la atención recibida por los internos hubiese suscitado quejas entre ellos o sus familiares. Además, algunos aseguraron desconocer si junto al matrimonio algún otro trabajador atendía la residencia, y cuántos ancianos estaban acogidos. s padeciesen dificultades de movilidad, dado que no se dejaban ver por el barrio. Se da la circunstancia de que el médico que resultó también detenido es propietario de un inmueble en la zona cercana al geriátrico clausurado.