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Los alumnos leoneses propusieron la creación de una granja de cría y explotación de caracoles

Tres leoneses ganan el certamen nacional de jóvenesemprendedores

El jurado tuvo en cuenta tanto el proyecto como la defensa efectuada por los participantes

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A. Caballero - león
León

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Las ideas que revolucionan normalmente el mercado parten de los sitios más insospechados y producen un fogonazo que transforma la rutina en una nueva realidad. Así, muchas compañías informáticas nacieron en garajes cuando los ordenadores eran artículos de lujo y no electrodomésticos comunes. Víctor González Díez, Miguel Gutiérrez Voces y Francisco Iborra Mateos pertenecen a esta raza de buscadores de yacimientos empresariales, aventures de tierras vírgenes dentro de la selva del mercado. Como los exploradores, analizan el estado del terreno, cuantifican los víveres, sondean la posibilidad de encontrar agua potable y lanzan una hipótesis. Luego, en su caso concreto, los imponderables del mercado pueden variar el resultado y dejar las consideraciones previas en un mero vencimiento de pequeñas batallas. Este olfato y dedicación ha llevado a los tres jóvenes a conseguir el primer premio en el V Concurso de Emprendedores convocado por la Universidad Antonio Nebrija para estudiantes de todo el territorio nacional. Los leoneses, que estudian 2º de Bachillerato en el colegio de los Agustinos, pusieron sobre la mesa del certamen una idea para la implantación de una granja de cría y explotación de caracoles. Las bases del certamen fijaban que se ponderaría tanto la presentación del proyecto como la defensa que hicieran del mismo frente al jurado que formaban destacados miembros del panorama académico. La granja de cría y explotación se asentaba en cuatro columnas principales: la producción en España es limitada con relación a la demanda (11.000 toneladas de consumo por tan sólo 4.000 toneladas de oferta); el foco de entrada de estos productos son fundamentalmente los países latinoamericanos (cuyos problemas sanitarios y la naturaleza perecedera de los caracoles incrementa su valor añadido); para su implantación se aprovecharía un invernadero de tomates existente en Mansilla de las Mulas (lo que reduciría el coste de asentamiento); y la inversión se recuperaría en un periodo no superior a los tres años, a aprtir de los cuales se acelerarían los ingresos. En la simpleza de la idea y su análisis detallado radicó la fórmula del éxito del proyecto, que dejó tras de sí a los concursantes de Cataluña, Valencia, A Coruña, Madrid y Cádiz. «El emprendedor no nace sino que lo que principalmente sucede es que se crea» Ricardo Aller Profesor encargado del proyecto