Rutas, financiación, calidad del producto y fórmulas de crianza

Ricardo Aller fue el profesor encargado de dirigir el proyecto de la granja de cría y explotación de caracoles, a la vez que sirvió de acicate para espoler la curiosidad de sus alumnos. Al margen de sus conocimientos académicos sobre la materia, el docente acumula experiencia en este tipo de concursos, ya que el pasado año obtuvo con otro proyecto el segundo premio en el Concurso propuesto por la Universidad Antonio de Nebrija. El capítulo de reconocimientos para los Víctor González, Miguel Gutiérrez y Francisco Iborra comenzó con el premio concedido por el Ildefe en su convocatoria provincial, donde los alumnos de los Agustinos no tuvieron problemas para destacar su idea sobre el resto de participantes. Este paso supuso un escalón para impulsar su proyecto y afianzar la confianza en sus posibilidades para un certamen nacional en el que, además de encontrarse con una competencia depurada a nivel nacional, las bases exigían la exposición y defensa ante un tribunal. La documentación acumulada por el equipo de los Agustinos impidió que se encontraran grietas en el casco de la idea de su granja de cría y explotación de caracoles. Las rutas de salida de los productos, la operación de leasing necesaria, la publicidad, la logística, la calidad del caracol y sus derivaciones, los recursos humanos y los materiales o las fases para la crianza no pasaron desapercibidas. Para el jurado tampoco y, por ese motivo, viajarán a Londres cuando terminen sus exámenes de selectividad.