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La legislación regula la profesión de odontólogo, estomatólogo y cirujano maxilofacial

El dentista: un especialista con una elevada cualificación

El hombre se interesa por la patología bucodental desde la época egipcia

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C. A. - león
León

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La evolución de los profesionales de la salud bucodental ha pasado desde sus orígenes, en los que barberos cirujanos eran los encargados de ella, hasta la actualidad, en la que los odontólogos, estomatólogos, higienistas dentales, protésicos o cirujanos maxilofaciales reciben unos altísimos niveles de especialización así como una adecuada preparación con las más modernas técnicas y aparataje en salud bucodental Ya en las antiguas civilizaciones del Lejano Oriente había médicos especializados en el tratamiento de dientes y encías enfermos, tal y como consta en papiros y otros documentos conservados, en los cuales se dan remedios para el dolor de encías y de muelas, sobre cómo realizar una extracción, e incluso, en el caso de la cultura egipcia, acerca de cómo fabricar una prótesis. No obstante, hasta el siglo XVIII, el tratamiento odontológico se limitaba a realizar extracciones cuando la pieza estaba enferma y provocaba dolor. Los encargados de este trabajo eran los barberos cirujanos, aunque desde el siglo XIV existían en Francia especialistas llamados dentatores. De hecho, es en este país donde nace la odontología moderna cuando Pierre Fauchard publicó en 1738 la obra titulada El cirujano dentista, que resumía los conocimientos de su tiempo sobre la materia. A partir del siglo XIX, Estados Unidos tomó el relevo cuando un cirujano llamado Horace Wells descubrió la anestesia en 1844 e hizo varias intervenciones de cirugía bucal, a raíz de lo cual se empezó a utilizar en las demás operaciones quirúrgicas. También en Estados Unidos se desarrolló durante estos años la mayor parte del equipo especializado. Primero se fabricó un modelo derivado de la máquina de coser; a continuación, el torno eléctrico y, por último, ya a mediados del siglo XX, el torno de alta velocidad, que estaba movido por turbinas y que reducía considerablemente el dolor del paciente. Los rayos X fueron otra de las mejoras en la práctica odontológica que trajo el comienzo del pasado siglo, ya que revelaron las raíces de los dientes y diferentes tipos de infecciones.