La ecología entra en el colegio
«Hay mucho guarro en Ponferrada», dice el chaval de no más de doce años, las manos enfundadas en guantes de látex y la cabeza cubierta con una gorra para defenderse del sol, mientras el río suena a su espalda. Cristian Torres es uno de los 33 escolares del colegio Jesús Maestro que ayer, Día Mundial del Medio Ambiente, decidieron recorrer la ribera del Sil recogiendo basura en lugar de asistir, como el resto de colegiales de la ciudad, a los talleres que el Ayuntamiento dispuso durante toda la jornada en la plaza de Fernando Miranda. Los alumnos del Jesús Maestro, al menos durante la mañana, se perdieron los talleres donde se enseñaba a fabricar jabón de forma artesanal, una cocina solar o a reutilizar las bolsas del plástico, pero optaron por ser más útiles si cabe y peinar las márgenes del río acompañados de monitores de la asociación de padres, del colectivo Trastolillo y de la asociación de vecinos de San Andrés de Montejos. Orgullosos de lo que estaban haciendo, los chavales de entre 10 y 12 años, fueron capaces de replicar a un grupo de adolescentes que a la altura de la Biblioteca Municipal se burlaron de su entrega. «Les dijeron que en vez de burlarse, que bajaran al río a recoger basura con ellos», contaba satisfecha Nuria Posado, de la asociación de padres del centro, mientras el grupo dejaba atrás la confluencia del Sil y el Boeza y se acercaba al final de su recorrido en la explanada próxima al parque del Temple. Unas bragas, muchos plásticos, cartones, envases, y «unas cosas que no vamos a nombrar», dice Cristian con desparpajo, fueron algunas de las basuras que la brigada escolar de limpiadores se encontró durante la mañana en las escolleras del río. Para tranquilidad de los padres, los mayores que estaban a cargo de críos, incluida una patrulla de voluntarios de la Cruz Roja, no dejaron que corrieran riesgos si en el camino hallaban alguna jeringuilla usada o cualquier otro objeto extraño. La tarea parecía calar en la mentalidad de los escolares, que después de recoger y seleccionar las basuras en tres bolsas distintas para facilitar el reciclaje, se lo pensarán dos veces antes de arrojar un papel o un chicle al suelo. «Hay que empezar a educarles desde que son pequeños, y así de mayores serán más respetuosos», contaba Victoria Martínez, de la asociación Tresbolillo. Talleres en Fernando Miranda La mayoría de los escolares de Ponferrada que participó ayer en las actividades del Día Mundial del Medio Ambiente -120 niños de los colegios Campo de los Judíos, La Puebla, Flores del Sil y La Inmaculada- lo hizo, sin embargo, en los talleres instalados bajo una carpa en la plaza de Fernando Miranda. El objetivo era el mismo; que los chavales aprendan a valorar el entorno en el que viven, conozcan todo aquello que lo pone en peligro y aprendan a aprovecharlo siendo respetuosos. Y nada mejor para aprender que escuchando cuentos de títulos tan reveladores como Los tres cerditos: Guarro, Guarrillo y Guarrete , y Pinocho, no seas tan cocho . Todo un mensaje. Los talleres de Fernando Miranda reunieron a 120 escolares de cuatro centros