La azucarera afirma que la molestia para los vecinos sólo se produce cuando se retira el fango
Ebro promete una solución a los olores de las balsas de decantación
La industria plantea construir un punto fijo de recepción de remolacha, aunque no adelanta plazos
El director de Calidad y Medio Ambiente de Azucarera Ebro, Manuel Martínez González, presentó ayer en La Bañeza la memoria que, sobre la fábrica azucarera que esta empresa posee en la ciudad, ha elaborado su departamento. Pese a tratarse de una reunión de trabajo en la que habitualmente asisten directivos, mandos intermedios y representantes sindicales de la factoría leonesa, el encuentro se abrió ayer a los medios de comunicación, en una nueva estrategia de comunicación del grupo Ebro Puleva por acercarse a la sociedad, y a la representante de la Confederación Hidrográfica del Duero en la zona, Dolores Castro Fernández. Manuel Martínez realizó una amplia descripción de las realizaciones que en materia de calidad del azúcar e impacto ambiental de la fábrica, destacando en especial los olores que se atribuyen a las balsas de decantación de la fábrica, a los que se pondrá solución en un plazo de un año o dos, según afirmó. Para el director de Calidad y Medio Ambiente de Azucarera Ebro, a esta zona «sólo se le pueden atribuir malos olores durante un tiempo determinado» y propone adelantar la evacuación de las espumas de carbonatación -los lodos- de las balsas en fechas anteriores en las elegidas hasta ahora, así como la reforma de su estructura. Martínez afirmó que «voy a denunciar al que realmente produce los olores, porque este es un peaje que no podemos pagar nosotros». Recepción de remolacha Otro de los aspectos importantes de la reunión de trabajo de ayer fue le anuncio de que Azucarera Ebro plantea ya construir un punto fijo de recepción para su fábrica bañezana. No se adelantó un plazo para el inicio de esta actuación, valorada, según Martínez, en unos nueve mil euros, pero supondría en la práctica evitar las molestias que se producen a consecuencia de la entrega durante la campaña y unos mejores accesos a las principales carreteras. Durante la pasada, la fábrica registró una media diaria de entradas de quinientos vehículos, de los que un 80% fueron camiones y un 20% tractores. El director de calidad y medio ambiente de Ebro calificó positivamente los resultados de la planta bañezana durante el año pasado.