La romería de la Virgen del Villar atrajo a una gran muchedumbre

Una tradición que posiblemente se remonta a varios siglos marcó ayer martes el inicio de las fiestas de Carrizo. Se trata de una costumbre que se pierde en el tiempo y que posiblemente surgiera de una necesidad de los habitantes del nuevo pueblo de Carrizo de la Ribera, nacido a la orilla del Monasterio, quienes para no olvidar a sus antepasados enterrados en el antiguo pueblo San Miguel de las Ollas devastado por un incendio, decidieran construir una ermita. Este acto que desde sus inicios mezcla la fiesta y los ritos religiosos, fue el acto protagonista del día grande de las fiestas que celebra la localidad de Carrizo de la Ribera. Numerosos pendones venidos en representación de varios pueblos de toda la comarca acompañaron a la Virgen del Villar en su procesión por los campos de Carrizo hasta el lugar donde estará situada hasta el próximo año. La ermita ubicada en lo alto del monte de Carrizo de la Ribera, es un lugar que recibe durante todo el año numerosas visitas de peregrinos, ya que a esta Virgen se le atribuyen varios milagros.