«Para llegar a lo más alto hay que sufrir»

Lleva nueve años practicando el kárate y ya se codea con la élite nacional. Campeona autonómica juvenil, su meta es poder brillar con luz propia en el panorama internacional. -¿Qué le llevó a decidirse por el kárate? -De pequeña siempre me gustó hacer deporte, y en especial las artes marciales. Así que decidí probar. Y ya llevo nueve años dedicada a esta disciplina. -¿Es tan duro como lo pintan? -Al principio sí. Pero si le dedicas tiempo y te gusta puedes compaginarlo bien con otras actividades de tu vida cotidiana. -¿Qué hace falta para triunfar en este deporte? -Buena mentalidad, trabajo, esfuerzo y ciertas cualidades, aunque en este último caso las vas ganando a medida que practicas. También muy importante el maestro que tengas y yo. En mi caso es el propietario del Gimnasio Okinawa Manuel Ortega del que he aprendido y sigo aprendiendo mucho. -¿Crees que la gente sigue viendo el kárate como un arma de pelea? -En algunos casos sí, e incluso hay personas que se apuntan para dar una imagen de fuerza ante los demás. Pero esa gente lo deja pronto porque el kárate no es sólo una forma de defensa sino un modo de vida y formación personal que no todos los deportes pueden ofrecerte. -¿Cómo compagina los estudios y el kárate? -Aunque pueda parecer lo contrario ambas facetas se complementan. El kárate me ayuda a estudiar y además a formarme como persona. No puedo pedir más. -¿Cuántas horas dedica a la semana a este deporte? -En época de competición unas catorce, el resto del año entre ocho y diez. -¿Qué objetivos busca en el kárate? -No quiero ser sólo una campeona nacional o mundial, si es que lo consigo, sino alcanzar la perfección de la técnica y una buena satisfacción personal. -Vivir en Astorga, ¿beneficia o perjudica esta dedicación? -No tiene que ser ni una cosa ni la otra. Si eres bueno y dedicas el tiempo necesario a entrenarte y practicar este deporte da igual que vivas en una ciudad pequeña que en una gran capital. -El kárate ¿es más apropiado para chicos? -No, en absoluto. Es un deporte válido para los dos sexos, incluso en algunos sitios el número de chicas que lo practican es superior al de los hombres. Las mujeres están demostrando un buen papel en kárate.