Los vecinos se unen para evitar la ocupación de un monte vecinal Más protestas si son necesarias

Los vecinos del pueblo de Villaverde de la Chiquita se echaron el pasado lunes a la calle para defender un monte comunal. Un ganadero pretende apropiarse de ese espacio, según los vecinos, y había vallado unas seis hectáreas con barras de encofrado. Por eso casi un centenar de personas subieron al monte conocido como La Cota para quitar las barras que los empleados del ganadero habían colocado el día anterior. Sólo las personas mayores o impedidas no pudieron trasladarse al monte, pero mostraron su apoyo echándose también a la calle y dejando clara la solidaridad de un pueblo ante una ocupación que consideran ilegal. El monte tiene una extensión de 22 hectáreas y cuenta con cientos de árboles centenarios, en su mayoría robles. Es utilizado por la gente como zona de paseo, para corta de leña y también para cacerías del zorro, liebre, perdiz o codorniz. La problemática surgió cuando a finales de enero el propietario de la empresa cooperativa El Corcho, Dionisio Elías Prieto, dirigió un escrito a la junta vecinal de Villaverde de la Chiquita en el que solicitaba la utilización del monte comunal que linda con su granja para utilizarlo como zona de pastoreo y ejercicio físico de ganado vacuno, así como para almacenamiento de forraje y piensos. La junta vecinal realizó un concejo en el que estuvo presente todo el pueblo y se acordó que bajo ningún concepto se alquilase o cediese la utilización del monte comunal. Vulnerar el concejo A pesar de la decisión adoptada por el pueblo, el ganadero llevó a cabo los primeros trabajos para vallar parte del monte, lo que ha causado un gran malestar. «Hemos soportado que entrase con la granja en parte del monte, que nos tapase y se apropiase de un manantial e incluso que ensuciase con purines el reguero del pueblo. Pero lo que no vamos a consentir es que vaya en contra de la decisión de todo un pueblo. Parece querer avasallarnos. Y eso sí que no», manifestaron los vecinos antes de ir al monte. El propietario de la explotación ganadera El Corcho sociedad cooperativa, Dionisio Elías Prieto, solicitó el 23 de enero, en un escrito, la utilización del monte comunal lindante con su granja para arrendar 20 hectáreas por un periodo de 20 años. En el documento señala que se revisará quinquenalmente el contrato de arrendamiento en cuanto a la valoración de posibles intereses públicos o mejoras que el pueblo pudiera obtener. Además no pondría dificultades a la corta de leña o celebración de cacería. El terreno sería destinado únicamente a pastoreo y ejercicio físico de ganado vacuno, almacenamiento de forrajes y piensos, siendo por cuenta de la empresa el cierre del terreno arrendado. Además el pago se efectuaría todos los meses de enero de cada año. En una primera valoración, recuerdan los miembros de la junta vecinal, hablaba de 48 euros por hectárea y año. Un vecino señala que por ese dinero lo alquila cualquiera, aunque sólo sea para darse el gustazo de que tiene un monte. «Lo que no entendemos es que todavía haya gente que pretendan engañar, cuando todos sabemos que si el ganado entra en ese monte en pocos meses habrá desaparecido una fabulosa zona de bosque del pueblo», insiste. Las barras del vallado del monte que el pasado lunes arrancaron los vecinos se han depositado en un edificio propiedad del pueblo donde pueden ser reclamadas por su propietario. Dejaron bien claro que volverán a repetir la operación cuantas veces sean necesarias para defender lo que es propiedad del pueblo, algo que pusieron de manifiesto a uno de los trabajadores de la explotación ganadera que les salió al paso.