El San Sebastián volvió a congregar a cientos de personas en Laguna de Negrillos
Laguna de Negrillos fue ayer un año más un hervidero de gente para ver in situ la procesión del Corpus y muy especialmente las evoluciones de su personaje más emblemático, el popular San Sebastián.
Se trata de la celebración de más raigambre y la de más proyección de cara al exterior. Entre las personalidades cabe destacar la presencia de Ignacio Robles, secretario de Educación de la Ejecutiva del PSOE y procurador en las Cortes. Declarada de interés turístico regional parece haber permanecido ajena al paso de los años, aunque hoy día las cámaras fotográficas y de vídeo, signo de la modernidad, acompañan al personaje durante todo su recorrido. En ella se mezclan lo sagrado y lo profano, la tradición y el mito, el firme taconear de un arrogante San Sebastián con el humilde caminar descalzo de San Juan Bautista. Sus comienzos se enmarcan entre los siglos XVI y XVII. Su origen está relacionado con los autos sacramentales y los primeros pasos del teatro español. Aunque la fiesta está dedicada al Santísimo Sacramento, es el personaje de San Sebastián el que atrae la atención del público. Representa a un centurión romano vestido al estilo militar de la España de la época napoleónica que por su fe cristiana fue martirizado. Es característico su taconear, su forma lenta y pausada de caminar. En su recorrido trata de negar al público su fe, que finalmente reconoce cuando realiza una venia con la cara descubierta ante el Santísimo. Siguiendo sus pasos e intercalados con las imágenes van los apóstoles y Jesucristo. Junto a ellos, los danzantes representan a los ángeles custodios que vigilan la Sagrada.