| Entrevista | Juan José Alonso Perandones |
«No me costará ceder algo de poder»
Juan José Alonso Perandones acaba de iniciar su quinto mandato, en esta ocasión en minoría, lo que supone «una nueva prueba personal» para él, pese a que se ve a sí mismo como «un ciudadano más al servicio de la comunidad». -¿Cómo se siente uno cuando termina con tres legislaturas de mayorías absolutas? -Con la necesidad de explicar por qué no se consiguió esta vez, aunque faltó muy poco. Nos parecía que nuestra gestión en la pasada legislatura iba a ser algo más reconocida. No sé si se debió a que nuestra forma de gobernar no se basa en inauguraciones ni en rentabilizar el trabajo, o el motivo haya sido que hayamos descuidado detalles de menor envergadura. Probablemente sea esto último. O un deseo de novedad. Mi vida en el Ayuntamiento ha pasado por situaciones muy diversas: la tenencia de alcaldía, la oposición, un gobierno de coalición, mayorías absolutas y, ahora, un gobierno en minoría. Me siento como el primer día que entré en esta casa: con el deseo de asumir la responsabilidad que me corresponda en cada momento. -¿Será necesario un cierto reciclaje mental? -Habrá que compartir la gestión con los otros grupos políticos, e intentar que comprendan cuáles son los recursos del Ayuntamiento y las posibilidades de la ciudad. Por una parte el alcalde tiene que trabajar más sobre seguro, pero por otra puede resultar enriquecedor, al tener que asumir pareceres que a veces no serán los propios. Tendremos que ponernos de acuerdo sobre los grandes asuntos que están en marcha, que entiendo que pueden ser compartidos, aunque sea con matices, por los demás. -¿Cuesta ceder parcelas de poder? -No. Mi preocupación es ser capaz, en las actuales circunstancias, de aglutinar a la corporación en torno a objetivos comunes, salvaguardando la crítica que, indudablemente, mereceremos como ocurrió en otras legislaturas. Si tenemos que ceder parcelas concretas de gestión porque algun miembro de la corporación pudiera desarrollar una labor más eficaz, si se hace a carta cabal, no costará cederlas. -¿Cómo vivió el periodo entre la noche electoral y su toma de posesión como alcalde? -Hubo una primera sensación de amargura porque, según palpábamos en el ambiente, parecía que revalidaríamos la mayoría absoluta. Luego hubo incertidumbre, porque uno se situa en todas las situaciones: continuar en minoría o la posibilidad de que el PSOE estuviera en la oposición y, en este último caso, me preguntaba qué papel tenía yo que desempeñar. Al principio la sensación que tuve fue como un torrente y de repente el agua deja de correr. Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos hasta hoy es favorable. -¿Cuándo vio claramente que no habría pacto entre el PP y la UPL? -Por lo que leía, sin mantener conversaciones, me dejaba llevar por las opiniones que aparecían publicadas, que indicaban que era posible un acuerdo, pero me confundí rotundamente. Lo ví claro sólo cuando me lo comunicó el portavoz de la UPL. La única palabra que me valía, tanto si había pacto como si no, era la suya. -¿Influyó León en que ese acuerdo no se produjera? -En lo que corresponde al PSOE, tajantemente no. Nunca se me dieron instrucciones de eso, nunca se mezclaron León y Astorga. Y por lo que he oído y leído, en la UPL tampoco. -¿Cómo valora la actitud de la UPL cuando no ha mantenido gran sintonía con el PSOE durante la pasada legislatura? -Es una postura de gran coherencia que satisface el deseo de gran parte de la población de que gobernara la lista más votada. Si hubiera habido alcalde del PP la UPL le habría tenido que dar sus votos, con la responsabilidad que eso entraña. La abstención significa dar un margen de confianza y mantener la total independencia. Ha sido una decisión basada, más que en la pasión del momento, en la inteligencia para contar con un futuro político mejor para ellos mismos. -¿Pesa sobre usted el fantasma de una moción de censura? -No me planteo eso, desde que entré en esta casa asumí en cada momento la circunstancia que me corresponde según lo que me parece mejor para la ciudad. -¿Qué espera a partir de ahora de la UPL y del PP? -De ambos espero colaboración y sus sugerencias en todo aquello que en la gestión diaria podamos enmendar, para irlo atendiendo. -Su oferta a la oposición para que participe en la labor municipal ¿es un regalo envenenado que obligará al PP y la UPL a demostrar hasta dónde pueden llegar? -No, no, porque la responsabilidad de la gestión descansa sobre nosotros. Eso es imposible, para que fuera así tendrían que llevar ellos la gestión. -¿En qué situación el alcalde se enfrentaría a la oposición? -Espero que nunca, porque buscamos el consenso. Me gustaría que esta fuera la legislatura de la participación. Pero me tendrían enfrente si algo cuestionara mis principios en política, hecho que no va a ocurrir. -¿Teme un menor apoyo de las instituciones supramunicipales por gobernar en minoría? -Esto ha sido como una especie de rémora que a veces se ha utilizado. Hasta ahora aparece la apreciación de marginación de Astorga por no tener un gobierno municipal del mismo partido que otras instituciones. Es una gran mentira, yo no he sido marginado nunca ni por la Junta ni por la Diputación. En la anterior legislatura, por poner un ejemplo, tuvimos ayudas cuantiosas para obras de agua, viviendas sociales, la carretera de bolos, Las Edades del Hombre,... Además, hasta ahora ha habido un aprovechamiento de los recursos municipales al céntimo. Este planteamiento que se hace tan alegremente me parece un desprecio a la democracia. El ciudadano que piense que por una obra más arriba o abajo irá mejor una ciudad... Una población va bien cuando está bien administrada, y si no lo está, será un fracaso. Astorga tiene carencias pero es una de las ciudades mejor dotadas de su tamaño en la comunidad. A partir de ahora no tiene por qué ser distinto. -¿Cuáles serían el mayor triunfo y el peor fracaso de esta legislatura? -El mayor triunfo, el mantener la estabilidad y que hubiera una buena gestión, y el peor fracaso, que no lo quiero ni pensar, sería todo lo contrario. -¿Cuáles son los proyectos irrenunciables para Astorga? -La ciudad está en un momento importante de su historia. Hay que ver cómo se resuelven las comunicaciones comarcales y el Tren de Alta Velocidad, y cómo se elabora un nuevo plan de urbanismo que articule mejor el casco histórico con los barrios para ponderar su crecimiento futuro. Es necesario ultimar la urbanización del centro con el eje, y de otras zonas: convertir en avenidas la carretera de León y la Madrid-Coruña y continuar la de La Cepeda hasta Carneros. Además, son vitales la ampliación de la zona deportiva, el impulso turístico y de la infraestructura cultural, resolver algunas cuestiones de equipamiento social y de dotación para la Policía Local, sin olvidar la ampliación del polígono industrial o la resolución de las carencias sanitarias. -¿Y los más inmediatos? -Reiniciar las peticiones de los asuntos que nos incumben en cuanto las administraciones autonómica y provincial queden constituidas. «La decisión de la UPL de no pactar con el PP estuvo basada en la inteligencia para contar con un futuro político mejor» «Yo no he sido nunca marginado por la Junta ni la Diputación y ahora no tiene por qué ser distinto» «La oposición sólo me tendrá enfrente si algo cuestiona mis principios en política, pero eso no va a ocurrir»