«No todas las manchas se quitan»

Lleva año y medio al frente de una tintorería, en la que precisamente comenzó doce años antes. Enamorada de este oficio cree que las prendas eran mejor antes que ahora. -¿Han cambiado mucho los hábitos de la gente en materia de ropa? -Por lo que nos traen a la tintorería para que se lo limpiemos sí. Ahora acuden más, lo que pasa es que la ropa es de menor calidad y para limpiarla a veces empleas el doble de trabajo que antes. -Para trabajar en este sector, ¿hace falta alguna cualidad? -Todo te lo da la experiencia. Con el paso de los años y si pones dedicación aprendes a diferenciar unos tejidos de otros, sus cualidades, los colores y todo lo necesario para salir airoso de tu trabajo de la mejor manera posible. -¿Tienen todas las manchas solución? -No, y eso se debe en gran medida a la mezcla de los tejidos. Aunque no lo parezca antes la ropa era de mejor calidad y a la hora de tratar las manchas las posibilidades de erradicarlas eran mayores. Eso a pesar de que hoy en día hay más productos para ello. -¿Qué manchas se eliminan peor? -Sin duda alguna, y aunque no lo parezca, las de las bebidas, el café, chocolate y sangre. En el otro lado están las de grasa que hoy por hoy tienen une mejor solución. -¿Cree que la gente sigue intentando en casa eliminar las manchas antes de acudir a una tintorería? -Por desgracia sí. A veces nos traen prendas echas un cromo porque han intentado quitar las manchas por su cuenta y en cierta medida las han estropeado más. -Estar día tras día detrás del mostrador, ¿requiere muchas dosis de psicología? -Bastantes, aunque hay gente de todo tipo.