OPINIÓN
Réplica a Javier Gonzalez Quintana
Comenzamos por estar totalmente de acuerdo con las palabras del compañero vicesecretario provincial Pepe Jiménez, respecto a la aprobación de las listas municipales en ciudades de menos de veinte mil habitantes. No obstante, añadimos ( y estamos seguros de que nuestro compañero se manifestará de acuerdo con nosotros a este respecto), que no es por casualidad, ni tampoco por costumbre que sean las ejecutivas locales quienes propongan las candidaturas, sino que así nos lo exige nuestra normativa reguladora de los cargos públicos, como también nos exige que tales propuestas sean refrenadas por la asamblea de la agrupación local, preceptos ambos que han sido claramente transgredidos en este caso, con la candidatura presentada en Val de San Lorenzo. En cuanto a ti, Javier González Quintana, como tú mismo confirmas, si en la asamblea no se llegó a ningún acuerdo respecto a lista municipal y terminaste por abandonarla, ¿Quién te dio facultades para elaborar una candidatura?, ¿Quién te nombró candidato, si en Val de San Lorenzo ni procedía, ni hubo elecciones primarias?¿ No es más cierto que en tu intención desacerbada de ser cabecera de lista, de una forma unilateral y al margen de los órganos competentes, con engaños y artimañas cuajaste tus objetivos? Si, Sr González Quintana, así fue, pues días antes de celebrarse la mencionada la asamblea, cuyo principal punto del orden del día era la presentación de candidaturas municipales, tu ya habías entregado «la tuya» en el órgano provincial. Además, niegas haber retirado «tu candidatura» en dicha asamblea. Pues bien, el acta de la misma señala que en un momento determinado, tanto tú como el proponente de la otra candidatura alternativa, retiráis vuestras propuestas y, de inmediato, tú decides abandonar la asamblea ¿Qué pasa Sr González Quintana? ¿Acaso también mintieron los tres compañeros/as que componían la mesa de la asamblea y que firmaron el acta? Mientras nuestros servicios jurídicos examinan tu acusación de haber hecho campaña en contra por si ello fuese constitutivo de delito, y prefiriendo pensar a priori que fue consecuencia de una mala pasada que te jugó el exceso de tu propia adrenalina, te invitamos a que retires tal acusación de inmediato en el mismo medio que la vertiste y pidas las disculpas oportunas, si es que de verdad fue consecuencia de un mal momento. Nosotros, por nuestra parte y en ese caso, daríamos por concluido y resuelto este asunto.