Muere un picador de la MSP tres horas antes de quedar de vacaciones

El minero de la empresa MSP, Francisco Javier Calviño Bernabé, falleció en la madrugada de ayer como consecuencia de un desgraciado accidente laboral cuando se encontraba realizando labores de posteo en el taller de capa Gamma Oeste, segunda rama, perteneciente al sector Lumajo del grupo Villablino-Este. El siniestro tuvo lugar hacia las 2.00 horas, al precipitarse por el taller sobre una distancia aproximada de 17 metros y golpearse contra el repié. Sus compañeros lograron trasladarlo con vida al Centro Sociosanitario de Villablino, donde a pesar de las atenciones médicas recibidas perdió la vida como consecuencia de los graves traumatismos craneales sufridos. El comité de seguridad de Lumajo calificó el accidente de fortuito, una vez visitado el lugar del accidente, y conocer los motivos del mismo por parte de los mineros testigos del siniestro. El trabajador tenía 35 años, estaba casado sin hijos, y su mujer esperaba que finalizara su jornada laboral para poder iniciar un viaje de vacaciones. El entierro tendrá lugar hoy a partir de las 19.30 horas en Villablino, su localidad natal, y los sindicatos de MSP convocaron ayer jornada de luto para los casi mil trabajadores de la empresa que actualmente permanecen en plantilla. El accidente tuvo lugar cuando Francisco Javier Calviño se encontraba realizando labores de posteo junto a su ayudante en la parte inferior del taller de la capa Gamma Oeste 2ª rama, con una longitud total de sesenta metros, una pendiente de 70 grados y una potencia aproximada de 1,30 metros. Por motivos desconocidos, aunque se baraja la posibilidad de que se haya resbalado, el trabajador se precipitó por el taller golpeándose contra el repié y recibiendo un fuerte golpe en la cabeza. Su compañero y el resto de los trabajadores que se encontraban mas cerca del lugar del accidente procedieron a trasladarse con urgencia al exterior, optando por sacarlo a través del transversal de Villablino. Según fuentes sindicales, el minero accidentado se mantuvo consciente durante el transporte, e incluso mantuvo la conversación con sus compañeros, pero el primer médico que lo esperaba en la bocamina observó la gravedad de las heridas sufridas y optó por enviarlo al centro sociosanitario con el fin de que pudiera recibir asistencia médica de urgencia y ser trasladado en helicóptero a un hospital mejor dotado. Una vez en manos de los médicos se le practicaron maniobras vitales pero debido a su gravedad no se pudo hacer nada por mantenerlo con vida.