Los comerciantes se quejan de que el cierre de la plaza Mayor les está ocasionando pérdidas
Los hosteleros critican los cambios en el tráfico durante el fin de semana
Los negocios de las calles aledañas también protestan contra la decisión del Ayuntamiento
Desde hace varias semanas el Ayuntamiento ha decidido cerrar el centro de la ciudad y sus aledaños al tráfico, para que la gente pueda disfrutar de la plaza Mayor y sus terrazas. El cierre comienza el sábado a las ocho de la tarde, que es cuando cierran la mayoría de las tiendas, y finaliza el domingo a las doce de la noche. En principio el Ayuntamiento no pensó que esta medida pudiera afectar a los comerciantes concentrados en esta parte de la ciudad ni al resto de aledaños. Sin embargo, después de dos fines de semana, que es el tiempo que lleva en práctica el cierre, algunos hosteleros han visto cómo les ha perjudicado seriamente en sus negocios. «El cierre nos afecta mucho porque hemos notado que el número de clientes ha bajado bastante, sobre todo los domingos», afirma un hostelero afectado. Otro comerciante también ha querido pronunciarse al respecto diciendo: «Hemos tenido pérdidas del cincuenta por ciento. No sé a quien beneficia todo esto, porque por las tardes hasta que deja de hacer calor no hay gente por la calle. Al final, la gente que de los pueblos que se acerca hasta aquí los fines de semana se encuentran con todo este lío, y al final acaban yéndose a otro sitio. Pero lo peor de todo es que ni siquiera nos han consultado ni pedido la opinión de los afectados, que somos la mayoría». Además «la asociación de empresarios bañezanos, Ageba, le expuso al alcalde el problema y ha hecho lo que ha querido, es un capricho suyo», concretó el hostelero. Aunque no sólo son los afetados los que se encuentran localizados en el centro, sino en sus aledaños también ya que «la gente de hoy en día es muy cómoda y se coge el coche para cualquier cosa, pero ahora los fines de semana en vez de venir hasta la plaza se irán hasta Santa María del Páramo para tomar un café, y acabaremos por hundir a La Bañeza más de lo que está», declaró un comerciante. Respecto a esta medida un ciudadano opinaba que le parece «exagerado que lo cierren tanto tiempo, y encima no podemos llegar hasta aquí y poder aparcar fácilmente, para tener que dar cien mil rodeos, y el día que haga malo qué le vamos a hacer, habrá que mojarse», afirmó. Posibles soluciones En cuanto al descontento de la mayoría de los hosteleros algunos proponen que el cierre de los domingos «se haga a partir de las seis de la tarde, que traten de desviar por otras calles el tráfico pesado, o incluso que se haga una semipeatonalización como en algunas otras calles». «Eso no nos importaría, pero lo que no se puede hacer es cerrar por cerrar», señaló uno de los hosteleros bañezanos, que espera, como el resto consultado por este periódico que el Ayuntamiento les solvente este problema.