CARTA TE ESCRIBO
Domingo de Lucillo
QUERIDO hermano: Espero que, al recibo de la presente, permanezcas en ser, que no te hayas derretido. Por aquí vamos soportando el estiaje como Dios nos da a entender, aunque el ajetreo de los fines de semana no es para contar; porque como te decía en la anterior, la oleada de celebraciones se ha producido en todos los terrenos; en estos días pasados ha sido de auténtica locura correteando de la Ceca a la Meca, del Tuerto al Turienzo, del Órbigo al Jerga, para estar y ver de qué van las cosas, El que sí está casi derretido es Nolete. Te contaré que, al final, se presentó para pedáneo y ahí está; pero esto es otra historia que en su día sabrás. Su derretimiento cual caramelo al sol se debe al cabreo que arrastra una vez formada la Excma. Diputación, en cuya composición andan muchos nuevos, como el propio jefe García Prieto en quien, evangélicamente, se han puesto todas las complacencias de algunos; otros muchas esperanzas, aunque solamente sea por ese apellido que en Astorga pesa lo suyo; si bien me han dicho que nada que ver con el astorgano que dio nombre a la calle Redecilla y en breve -dicen- tendrá fundación. La declaración de intenciones de este García Prieto nos hace pensar en un pronto olvido, cosa por otra parte difícil, de la funesta etapa del Empecinado a quien, políticamente, le deseo un descanso eterno. Con Nolete se cumple el refrán aquel de "padrino de boda y alcalde de aldea el que quiera ser que lo sea". Cada legislatura que portó la vara, como le ocurrirá en esta con toda seguridad, le ha tocado rascarse el bolsillo poniendo de su cuenta los viajes, el teléfono y que se yo, por aquello de que las pelas son escasas en la Junta Vecinal. Por eso casi se licúa, como el asfalto estos días, cuando comprobó cómo los tres partidos que andan por la Diputación, y sin que nadie se diera por aludido, levantara la voz o protestara levemente, acuerdan por unanimidad unánime subirse los emolumentos; unos abundantes y hasta ansiados emolumentos, destinados a compensar los esfuerzos, trabajos y preocupaciones que los señores diputados, y diputadas no me regañen después, provinciales padecen para proporcionar un buen gobierno y cierto hipotético bienestar a los leoneses. Nolete todavía se apaña en pesetas, de antes, porque los euros casi no asustan, y ha visto que el presidente, el don García Prieto, tendrá que apañárselas con la módica cantidad de unas 880.000 mensuales; la docena de diputados "exclusivos", que anda al 50%, rebaña cada uno, céntimo arriba, céntimo abajo el medio kilo (de pelas eh), y los que se quedan fuera del corralito llevan su moco de pavo colgando y la cabeza levantada para no tener una vida arrastrada. El sacrificio que supone el intenso trabajo que ellos desarrollan a favor de la colectividad provincial ha de tener su por qué, pues no estamos en tiempos pretéritos; y si administrar la provincia tiene sus intríngulis, que los tiene, al menos que saquen para gasolina los pobres. Y Nolete, hermano, tendió la vista hacia el Teleno para ver la puesta de sol, y enviar un guiño y saludo a Domingo, el de Lucillo que este año hizo mutis ; cuarenta y pico de años, querido, sin apañarse un real de las arcas y se fue tan campante.