El ADN de los paseados de Piedrafita no permite su identificación

Las pruebas genéticas del ADN practicadas a los restos exhumados en la fosa común descubierta el pasado año en Piedrafita de Babia han descartado cualquier vinculación con el único familiar que esperaba el resultado de estas pruebas. Victorino Sol perdió a su padre en la Guerra Civil, y creía que podía haber sido uno de los 37 republicanos fusilados en la noche del 5 al 6 de noviembre. De acuerdo con la versión de numerosos testigos indirectos de la matanza, fueron enterrados en una cuneta de la carretera comarcal C-623, justo donde el pasado año se llevaron a cabo las excavaciones y se recuperaron nueve cadáveres. Tras conocer que ninguno de los cuerpos rescatados pertenecía a su padre, sus familiares no continuarán con la búsqueda, por entender que las probabilidades de poder localizar su cadáver son muy escasas. Según señaló su mujer a este periódico «lo hemos pasado muy mal durante todo este tiempo, para que al final ninguno de los cadáveres fuera el que buscábamos, y no deseamos volver a iniciar todo el proceso». Según dijo, «lo más correcto es dejarlo descansar donde quiera que esté enterrado». Búsqueda de otras personas El resultado negativo de las pruebas del ADN, se suma a las otras dos vecinas de Palacios del Sil que confiaban en que alguno de los restos exhumados el pasado año fuera el de sus familiares. Asunción Álvarez, busca a sus hermanos Joaquín y Porfirio, mientras que Isabel González Losada, tampoco ha encontrado a un hermano y su cuñado. Al contrario que Sol, ellas sí desean continuar la búsqueda.