El informe de la Guardia Civil revela que el incendio fue provocado

La Guardia Civil ya ha concluido el informe preliminar sobre el incendio que arrasó 570 hectáreas entre las localidades de Lucillo y Boisán el pasado lunes, y en el que falleció un vecino de 74 años al verse envuelto por las llamas cuando trataba de salvar sus propiedades. Los agentes no tienen dudas de que el incendio fue provocado en su origen. Según la investigación, el fuego habría comenzado en el paraje conocido como La Molinica con un objetivo: limpiar la maleza de las fincas de la zona. Parece que el autor de las llamas se despistó o no calculó que el viento podría jugarle una mala pasada y perdió el control del fuego, que se propagó rápidamente «hasta casi lamer las casas del pueblo», según aseguraron los vecinos de Lucillo. Fuentes próximas a la investigación aseguran que en la Maragatería existe una cultura del fuego muy arraigada. De hecho, las llamas se utilizan con frecuencia para limpiar de arbustos los prados que ya no se utilizan como medio de cultivo. Los habitantes de la franja comprendida entre Orense, Zamora y León son los más proclives a emplear el fuego contra la invasión del monte sobre las fincas. Esas tres provincias son, según las estadísticas, donde mayor número de incendios forestales se registran al año en España. Además, los vecinos recuerdan que el paraje donde comenzó el fuego ya ha sido asolado en otras ocasiones para que pueda pastar el ganado ovino y para que la ceniza renueve el terreno. La Guardia Civil ha dividido la investigación en dos. Los miembros de la unidad de Policía Judicial de la comandancia de León se encargan del atestado y de descubrir al posible culpable del incendio que provocó la muerte de José Carrera Puente y la destrucción de cientos de robles. Aún no hay detenidos, pero todos los indicios señalan como posible autor a un pastor de la zona, según fuentes policiales. La parte técnica del suceso está en manos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona). Ambos cuerpos han interrogado a dos docenas de vecinos y han rastreado Lucillo y Boisán en busca de pruebas. En el informe preliminar que se remitirá al juzgado de Astorga se hace constar que el incendio pudo originarse con un mechero, ya que no han aparecido restos de acelerantes o gasolina. Los investigadores han descartado totalmente que el fuego hubiera sido provocado por artefactos explosivos o como consecuencia de maniobras militares. El incendio que se ha investigado llegó a poseer un frente de diez kilómetros.