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La Consejería informa de forma favorable sobre la declaración de impacto ambiental

Medio Ambiente certifica el visto bueno a la segunda fase de Ceranor

La empresa podrá extraer más arcilla al ampliar la concesión del terreno Alberto en 45 hectáreas

Publicado por
Jesús María López de Uribe - redacción
León

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La Junta de Castilla y León ha dado el visto bueno a las obras de ampliación de Ceranor, la gran empresa de producción de termoarcilla de Valencia de Don Juan. El Boletín Oficial de Castilla y León ( Bocyl ), publicaba ayer que la Consejería de Medio Ambiente informaba de forma favorable el estudio de impacto ambiental, con sólo ocho medidas correctoras al proyecto presentado por la empresa del empresario coyantino Alfredo Martínez Cuervo. La segunda fase de Ceranor depende del permiso de Medio Ambiente en un lugar que el proyecto denomina Alberto, unas 45 hectáreas de superficie, que distan dos kilómetros y medio de la nave central de la factoría. El proyecto consiste en la «extracción de arcilla destinada a la elaboración de productos cerámicos», que permitirá surtir de materia prima a una segunda factoría. Los terrenos afectados son una continuación de la concesión Alberto, cuyo derecho ostenta la misma empresa. 38 años de concesión El volumen de arcilla a extraer se estima en 7.180.000 metros cúbicos, equivalentes a unas trece millones y medio de toneladas, que a un ritmo de 350.000 al año supondrán una vida de la explotación de 38 años. La misma se ejecutará por «banqueo ascendente desde la cota de los 780 metros, con una altura del banco de 3 a 4 metros y una anchura superior a 15 metros. Medidas correctoras Las medidas preventivas y correctoras planteadas por la Consejería de Medio Ambiente son ocho: la retirada y el correcto almacenamiento de la tierra vegetal, riegos periódicos en pistas y plazas para disminuir la producción de polvo, disminución de la visibilidad de la explotación, remodelado del terreno para conseguir perfiles similares a los naturales -se deberán hacer cuatro de ellas, una cada diez años-, extender tierra vegetal y preparar el suelo -añadiendo abono orgánico y mineral-, siembras de veza para su posterior enterramiento como abonado en verde y preparar el terreno para su uso posterior como cultivo agrícola de cereal de secano. Además, tendrá que hacerse una prospección arqueológica previa a las obras, que deberán proteger y cuidar los caminos vecinales, el paisaje y las aguas, o recuperarlos en caso de destrucción involuntaria. Además, la empresa deberá disponer un aval de 8.130 euros por hectárea, unos 366.000 euros.