Noche de Ronda
Querido hermano: Andamos azacaneados; entre las tormentas y las fiestas nos traen por los rastrojos más corridos que las codornices. Se abría la semana grande el sábado y se rasgaron los cielos como en el Apocalipsis. Relampagueó, tronó y diluvió; se encendía el fosco cielo con luminarias naturales y las calles se convirtieron en ríos, los sótanos en lagos artificiales y las plazas en playas sin palmeras. Cuando aún no se ha reparado la gárgola del Ayuntamiento, el temporal mandó al asfalto la corona que remata el escudo de la ciudad, en su fachada. Menos mal que el refrán se cumplió y tras la tempestad vino la calma. Pacho, Pacho Reyero, que en esta casa fue mandamás hace treinta años largos, y ha recorrido medio mundo, amansó a la fiera con su sabia palabra y nos obsequió, desde el balcón municipal, con un pregón sentido, abriendo de par en par las puertas de las fiestas de santa Marta. Los jóvenes -y las jóvenas con el parabién a la Romero de González- han iniciado un maratón que solamente ellos son capaces de aguantar; los que andamos con una edad incierta practicamos lo de «sopicas y buen vino», con alguna que otra cana al aire sin exageraciones. Hay, sin embargo, ocasiones y tentaciones que son pintiparadas para nuestra condición, sin extorsionar en demasía los hábitos, y apropiadas para nuestras condiciones físicas y psíquicas. Respondo a tu pregunta de la última, hermano. La Ronda será hoy miércoles, a las 10 de la noche; este año -y por ello te aviso pues sé que querrás acudir- estará dedicada al que hasta hace cuatro meses fuera nuestro Cronista Oficial, don Luis Alonso Luengo-. El Centro Marcelo Macías ha querido que su memoria quede plasmada como merecido homenaje que toda la ciudad le rendirá en este recorrido literario al que, desde 1971, se bautizó como Ronda. Al son de la chifla y del tamboril de la tierra haremos un recorrido ciudadano y sentimental, rememorando la propia figura de don Luis, y recordando trozos de sus escritos tanto en prosa como en verso. Serán cinco estaciones, cinco paradas por nuestras viejas calles, todas ellas ligadas, de una u otra forma, a quien tanto cantara y rondara a esta su ciudad, en sus paisajes urbanos y sentimentales. Y es que la noche de hoy será la noche de don Luis. Desde la Puerta del Sol, esa emblemática puerta que él abría, literariamente, a peregrinos y viajeros curiosos, se buscará la calle que lleva su nombre en el segundo tranco; se hará un alto ante la Casa Consistorial para enfilar la calle Postas que lo viera nacer hace 95 años, cerrando el itinerario ante el palacio de Gaudí al que él incorporó la cigüeña, todo un símbolo en su premiada novela La cigüeña de palacio . El Marcelo Macías ha querido concitar en este recorrido a toda la ciudad. Por lo que habrá intervenciones de prosistas y poetas, ensayistas, historiadores, periodistas de escribir y hablar; hasta los políticos tienen su cuota que sin votación, pero sí por unanimidad, han estado de acuerdo en la colaboración, sin que falte la intervención de familiares de don Luis para completar la nómina de rondadores en una noche en la que se espera que el espíritu simpático, vivo, bonachón, sabio y enjundioso del homenajeado, de don Luis, acompañe a cuantos peregrinen por los recoletos rincones astorganos. Ya Pacho Reyero dejó constancia de esa presencia en su pregón. Hoy, una vez más, Astorga será rondada, cantada, ensalzada con la presencia, casi tangible, de quien tanto la rondó, la cantó, la ensalzó. Será una noche de ronda. Será «la Ronda de don Luis».