La carne de ciervo se analizará para preveer el contagio de enfermedades
El Gobierno reconoce que los ciervos también deben ser analizados clínicamente ante cualquier sospecha de que estén contagiados de la enfermedad denominada encefalopatía espongiforme, adaptándose las medidas contempladas en la legislación, según una respuesta parlamentaria al diputado socialista Jesús Cuadrado. El Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA) es el laboratorio nacional de referencia para encefalopatías espongiformes transmisibles (EET) distintas de la EEB o tembladera, y existe la obligatoriedad de informar a la Comisión europea ante la aparición de un caso positivo de EET en especies diferentes de la bovina, ovina o caprina, supuesto que hasta la fecha no se ha producido. No obstante, el Gobierno valora positivamente el plan de actuación que se está llevando a cabo en la lucha contra la EEB, y que no sólo persigue evitar cualquier riesgo de transmisión de la enfermedad a la cadena Alimentaria, sino también aliviar la crisis del sector ganadero y recuperar la confianza del consumidor. Así, no sólo se está llevando a cabo lo que los expertos denominan una vigilancia pasiva, es decir, el análisis de los animales que aparecen clínicamente sospechosos en las granjas o en la inspección ante-mortem en matadero, sino que la estrategia de lucha contempla una vigilancia activa, buscando posibles animales afectados, que no muestran sintomatología.