Diario de León

El programa europeo para la igualdad de género se desarrolla en cuatro provincias españolas

Más de 450 mujeres buscan un horizonte laboral gracias a Equal

Los cursos pretenden que varias mujeres del medio rural encuentren trabajo y creen empresas

Delfina García, gerente del proyecto Ruralidad desarrollado en el Ayuntamiento de Villaturiel

Delfina García, gerente del proyecto Ruralidad desarrollado en el Ayuntamiento de Villaturiel

Publicado por
Emily Arias - villaturiel
León

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El proyecto Ruralidad: Igualdad para la agro-inserción laboral es uno de los proyectos incluidos en el programa de Iniciativa Comunitaria Equal. Esta iniciativa pretende llevar a cabo la cooperación transnacional para promocionar nuevos métodos de lucha contra las discriminaciones y desigualdades. El Ayuntamiento de Villaturiel, junto con otros de la provincia, Lugo, Orense y Zamora están desarrollando esta iniciativa desde el 2002. Delfina García es gerente del proyecto Ruralidad en esta localidad que está llevando a cabo el eje de igualdad de oportunidades para las mujeres en el mundo laboral. La primera fase del proyectó se dedicó a la sensibilización en el tema con charlas y distintas actividades de implicación. «Los hombres no asistían mucho pero poco a poco lo fuimos logrando y todos estaban invitados», comenta Vanesa, gerente de igualdad. También se obtuvieron resultados en sensibilización de asociacionismo, «en Boñar se creo una asociación de mujeres», recuerda orgullosa García. A partir de mayo de 2002 comenzó la segunda fase que consiste en la acción formativa, el asesoramiento y el apoyo a todos los niveles. Los cursos organizados han sido 30 y las beneficiarias ascienden a 452 mujeres de entre 20 y 55 años. «La participación es un poco escasa porque las mujeres todavía son reacias a salir de sus casas, por su educación, y tirar de ellas es díficil», lamenta Delfina García. Normalmente se trata de mujeres casadas y con hijos, casas donde trabaja el marido y sobre todo mayores de 40 «porque los jóvenes dejan el pueblo», añade. Los cursos con más éxito han sido los de ofimática, ayuda a domicilio y los de transformación y envase de alimentos aunque también se imparte carpintería de aluminio, castañicultura, pizarra, Internet o cocina entre otros. Estos también incluyen nociones para la búsqueda de empleo y asesoramiento para la creación y desarrollo de empresas así como relación con el medioambiente. Los resultados enorgullecen a estas dos mujeres: «Una de las mujeres, a raíz del curso de cocina, creó su propia empresa y contrató a otra de las participantes en el ciclo formativo». Los cursos se imparten en el medio rural para acercarlo y se suelen realizar en una nave del Ayuntamiento, dependiendo de donde haya mayor número de mujeres matriculadas. Las 13 localidades que componen este municipio de 1.800 habitantes parecen haber acogido el proyecto y las mujeres cada vez están más animadas a participar. «Ellas saben que aquí tienen información de todo tipo y si no tenemos los medios para ayudarles les servimos de guías o de intermediario», cuenta Vanesa. «En una ocasión una chica inmigrante vino en busca de un curso de español y le ayudamos a encontrar uno por medio de distintas asociaciones de ayuda al inmigrante», añade. Los socios representantes, 15 en total, son, en su mayoría, hombres lo cual da una clara muestra de que la igualdad es cosa de todos. Queda mucho trabajo por hacer en este campo y cómo dice Delfina García: «¿Por qué a una mujer se le interroga sobre sus intenciones de formar una familia en una entrevista de trabajo y a un hombre no?». Los datos del paro hablan por sí solos, en especial en el medio rural, y en este campo trabajan ellas.

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