Una biblioteca cochambrosa como escuela

Los estudiantes del colegio de San Cristóbal en el aula de Santibáñez de la Isla iniciaron ayer el curso escolar en una aula habilitada mientras terminan las obras del centro, que comenzaron con retraso hace tan sólo unas semanas. La biblioteca del edificio se ha convertido en una improvisada clase, con seis mesas en las que se sientan cada mañana los estudiantes. Ventanas, cafeteras y bombonas de butano comparten espacio con los siete estudiantes del aula. Mientras los padres de los chicos piden que se agilicen las obras del centro, los responsables aseguran que el aula estará lista el próximo lunes. Origen del problema El conflicto entre los padres de los alumnos y el Ayuntamiento de Santibáñez de la Isla comenzó el pasado jueves. A las nueve y media de la mañana, hora en la que los alumnos debían comenzar las clases, los padres comprobaron que las obras del aula no habían finalizado y que el olor a humedad y la suciedad de la sala imposibilitaban el inicio del curso escolar de sus hijos. Los padres pidieron explicaciones y soluciones al Ayuntamiento de Santibáñez de la Isla y según ellos, éste se negó a dárselas. El director del centro, Juan Carlos Rodríguez Rubio, propuso que se limpiara la biblioteca del edificio ocupada por los utensilios de la obra realizada. En el día de ayer los siete alumnos del centro iniciaron el curso escolar en la biblioteca, una sala que todavía alberga parte de las ventanas retiradas del aula. Según Julia Pan Martínez, madre de uno de los niños del centro, la maestra tuvo que desplazarse varias veces al aula para traer parte del material escolar, que se encuentra todavía en el aula. Mientras el alcalde del Ayuntamiento de Santibáñez de la Isla asegura que las obras finalizará el lunes para que los alumnos puedan volver a clase, los obreros no han pintado todavía las paredes del aula porque el yeso permanece húmedo. Los padres de los alumnos han aceptado la vuelta de sus hijos a la biblioteca como medida provisional, porque no quieren que los niños pierdan clase. Postura de las partes El director del colegio, Juan Carlos Rodríguez Rubio, mantiene que aula no está en condiciones para que los siete alumnos de Santibáñez asistan a clase. Además, piensa que las obras no estará listas hasta el próximo lunes. Julia Pan Martínez, una de las madres de los alumnos, asegura que tras la denuncia en este periódico del caso, el inspector de educación, Andrés Juan, pidió al centro que se agilizasen los trámites de limpieza de la biblioteca para que los alumnos pudieran volver al centro. Mientras el alcalde del Ayuntamiento, Vitalino Santos, mantiene que el próximo lunes los siete estudiantes del colegio volverá al aula, el director del colegio y los padres creen que las obras tardarán más de ocho días. Hasta que se solucione el conflicto, los alumnos del colegio seguirán impartiendo clase en la biblioteca y compartiendo espacio con bombonas de butano, ventanas y cafeteras.